CHICAGO- El miércoles autoridades identificaron a la séptima víctima del tiroteo masivo durante el desfile del 4 de julio de Highland Park.
En un comunicado la oficina del médico forense del condado Cook dijo que se trata de Eduardo Uvaldo, un residente de Waukegan de 69 años.
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Familiares dijeron que el padre y abuelo murió a raíz de un disparo en la cabeza que recibió mientras presenciaban el desfile como lo hacían cada año.
“Nos dijeron que donde le dio la bala le había destrozado el cerebro, pero nosotros teníamos fe y esperanza que podría sobrevivir”, dijo su hija Susy Uvaldo.
Debido a la herida de bala el Uvaldo estuvo hospitalizado en el Hospital North Shore en Evanston donde recibió atención médica por el equipo de neurología.
Su familia, con fe de que pronto se recuperaría, recaudó fondos para cubrir los gastos médicos. Sus hijas cuentan que, si no fuera por su cuñado, él ni siquiera hubiese sido llevado al hospital ya que fue dado por muerto en el lugar del desfile.
“Ya le habían puesto una etiqueta que estaba muerto y mi cuñado cuando le quitó la etiqueta se percató que todavía respiraba y fue cuando se lo llevaron al hospital”, dijo su hija.
Don Uvaldo ahora será recordado por sus cuatro hijas, nietos y su esposa Maria, quien fue su compañera de vida por más de 50 años, ella también resultó herida en su cabeza con fragmentos de la bala y ya fue dada de alta del hospital.
La familia ahora se encuentra de luto, pero le agradece a la comunidad por el apoyo y mensajes de positivismo durante estas circunstancias.
