CHICAGO - Diego Uribe fue sentenciado este lunes a cadena perpetua luego de que el mes pasado un jurado lo encontró culpable de seis cargos de asesinato en primer grado por disparar, golpear, apuñalar y matar a seis miembros de su propia familia el 2 de febrero de 2016 en Gage Park.
Durante la audiencia de lectura de sentencia, la jueza Carol Howard escuchó a la defensa del acusado presentar algunos atenuantes, como el hecho de que Uribe no tenía antecedentes penales antes de perpetrar la masacre y también que había sido el responsable de mantener a su hijo de 7 años hasta el momento que entró a la cárcel.
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“El abogado del demandado declaró en el tribunal que presentará su apelación, por lo que podemos esperar que esto ocurra y sus argumentos en la moción serán similares a los que escuchó hoy en la corte con respecto a los fallos que el juez hizo durante el juicio durante la selección del jurado, y las mociones previas al juicio que se litigaron en este caso”, señaló Lisa Lanier, primer asistente de la oficina del fiscal del condado Cook.
Entre tanto, los miembros de la fiscalía creen que a pesar de que se presente una moción de apelación, la condena que se le impuso a Diego Uribe no será revertida.
En octubre, tras la culminación del juicio que se extendió por una semana, por primera vez y visiblemente afectado Arturo Cruz, padre de los dos niños asesinados, reaccionó ante el veredicto de culpabilidad, habló sobre Uribe y cómo sobrelleva la tragedia. “Es muy duro, él no es el niño que yo vi crecer”, dijo Cruz de Uribe.
Argumentos finales de fiscales y equipo de defensa
Durante los argumentos finales, los fiscales estatales iniciaron los argumentos finales del juicio presentando fotos de las víctimas en el orden en que fueron asesinados e hicieron un recuento sobre cómo en febrero del 2016, los acusados, Diego Uribe, ahora con 28 años, y su exnovia Jafet Ramos, llegaron para robar en casa de sus familiares y el acusado terminó matándolos.
La fiscalía recalcó que presentaron evidencia contundente: el testimonio de su exnovia y presunta cómplice Jafeth Ramos, quien testificó cómo vio a Uribe matar a cada una de las víctimas y luego le ayudó a robar sus pertenencias, el video de la confesión del acusado a los detectives cuando fue arrestado y pruebas de ADN.
Mientras la fiscalía presentaba sus alegatos finales, el padre de los niños, visiblemente afectado, tuvo que salir de la sala judicial.
Ese día el equipo de defensa de Uribe expusó sus últimos argumentos y dijeron que, “la evidencia que el estado presentó no apoya el hecho de que una sola persona hubiese sido capaz de cometer este tipo de crimen”, y cuestionaron por qué ninguna de las víctimas llamó al 9-1-1.
Además, destacaron que las autoridades no encontraron huellas dactilares de Uribe en la escena y alegaron que Ramos subió al estrado por un dulce acuerdo con la fiscalía. Cabe mencionar que durante el juicio la defensa solo llamó al estrado a un testigo, Jason Fries fundador de 3D Forensic, una compañía independiente especializada en tecnología forense.
La defensa también le enseñó al jurado un modelo tridimensional que mostraba la distancia entre las salidas de la casa y el perímetro en donde se encontraron los cuerpos aludiendo que pudieron haber escapado.
TRASFONDO DE LA MATANZA DE LA FAMILIA MARTÍNEZ-CRUZ EN 2016
El hecho sucedió un frío día de La Candelaria en el interior de una casa en la cuadra 5700 sur de la avenida California, y en donde autoridades hallaron seis cuerpos degollados luego de que un compañero de trabajo de una de las víctimas le pareció extraño que se ausentara por dos días.
Por los crímenes permanecen detenidos sin derecho a fianza, Diego Uribe, acusado de realizar los seis asesinatos y su pareja Jafeith Ramos acusada de ser su presunta cómplice. Ambos son padres de un niño.
Los fiscales alegan que Uribe fue a la casa de la familia Martínez-Cruz, con su entonces novia para robar dinero. Luego de ejecutarse varias órdenes de registro, en ese momento la policía dijo que la disputa familiar estaba relacionada a un asunto de extorsión de dinero.
Fue entonces cuando Uribe supuestamente asesinó a su tía, a su hermano, a la matriarca de la familia y a su esposo, así como a dos primos, que eran niños. La policía dijo que Uribe discutió con la exesposa de su tío, María Herminia Martínez, antes de dispararle.
Cabe recordar que cinco de los seis miembros de la familia identificados como Rosaura Martínez, de 58 años, su esposo Noe Martínez de 60, su hijo Noe Martínez Jr, de 38 y sus nietos Leonardo Cruz y Alexis Cruz de 13 y 10 años respectivamente, murieron a causa de heridas contundentes.
RECUENTO DEL JUICIO EN CHICAGO
Mujer narra cómo exnovio habría matado a seis familiares
Durante casi dos horas, una mujer le contó tranquilamente a un jurado del condado Cook cómo vio a su exnovio matar a seis miembros de su familia extendida dentro de una casa en Gage Park en el 2016.
La masacre de la familia Cruz-Martínez, que también cobró la vida de dos niños, fue el resultado de un robo que se salió fuera de control y en el que la pareja solo obtuvo $250, joyas, un Xbox y una alcancía, testificó Jafeth Ramos en corte.
Ramos y su exnovio, Diego Uribe, regresaban de una cita médica el 2 de febrero de 2016, cuando él le dijo que en lugar de ir a casa pasarían por la de su tía, donde tenía “un trabajo” que hacer, testificó Ramos.
En corte Ramos dijo al jurado: “En algún momento dijo que los iba a matar” y mostró un arma, pero: “No lo tomé demasiado en serio”.
Cuando llegaron a la residencia que la tía de Uribe compartía con sus dos hijos, su hermano y sus padres, la familia estaba sentada para cenar y le ofrecieron comida a la pareja.
Pero Uribe pidió hablar con su tía, María Martínez, y Ramos dijo que ella los siguió hasta el ático en el segundo piso de la casa. Poco después, Uribe supuestamente sacó un arma y se la apuntó a Martínez, de 38 años, mientras exigía que le entregara“todo el dinero que había en la casa”, según Ramos.
Martínez se rió, recordó Ramos, pero al darse cuenta de que Uribe hablaba en serio, comenzó un forcejeo por agarrar el arma y según Ramos, Uribe le disparó en la frente y varias veces más.
Cuando el hermano de Martínez, Noe Martinez Jr., de 38 años, trató de subir las escaleras, Uribe lo golpeó con una pistola hasta que cayó al suelo y le clavó la rodilla en la garganta hasta que dejó de moverse, dijo Ramos.
Cuando la madre de los hermanos, Rosaura Martínez, los siguió, Uribe supuestamente la pateó por las escaleras, dejándola inconsciente. Más tarde, Uribe supuestamente tomó un cuchillo de la cocina y apuñaló repetidamente al hombre de 58 años, dijo Ramos.
“No, Diego, ¿por qué me cortas la garganta?”, Ramos recordó y repitió en corte las últimas palabras de Rosaura.
Ramos testificó que los niños, Leonardo Cruz, de 13 años, y su hermano, Alexis Cruz, de 10, fueron obligados a ayudarlos a buscar artículos de valor en la casa. Ramos dijo que Uribe siguió a Alexis escaleras abajo hasta una habitación en el sótano.
Ramos dijo que escuchó “un grito o una risa” y Uribe volvió a subir solo. Ella dijo que luego bajó las escaleras y vio al niño tirado en un charco de sangre.
Uribe luego arrinconó a Leonardo en la sala, mientras suplicaba: “Solo quiero vivir”, antes de que Uribe lo apuñalara hasta la muerte, dijo Ramos. Luego, la pareja esperó a que Noe Martínez Sr., de 62 años, regresara a casa y según Ramos, Uribe también lo apuñaló fatalmente.
Los cuerpos fueron descubiertos cuando la policía realizó un control de bienestar en la casa dos días después. Uribe y Ramos fueron arrestados varios meses después, y Ramos, al ser interrogada, dijo a los detectives que Uribe había matado a los miembros de la familia y que ella era cómplice.
Los fiscales acusaron a ambos de asesinato en mayo de 2016 y dijeron que se encontró ADN de Uribe en la escena y debajo de las uñas de María Martínez.
En el contrainterrogatorio la abogada defensora Martha Soto le preguntó a Ramos sobre sus frecuentes lapsos de memoria durante su testimonio y sobre un acuerdo con los fiscales que algún día le permitiría a ella salir de prisión.
Ramos, que ahora tiene 25 años, se declaró culpable el año pasado de un cargo reducido de robo a mano armada con una sentencia sugerida de 25 años de prisión a cambio de testificar contra Uribe, dijo la fiscal del estado, Risa Lanier.
Mientras Ramos detallaba su relato el miércoles, Armando Cruz, el padre de los dos niños asesinados, comenzó a llorar y abandonó la sala del tribunal.
“Este va a ser un caso terrible”, advirtió al jurado la abogada defensora de Uribe, Felicia Weiss durante los argumentos iniciales, y les pidió que dejaran de lado sus emociones y observaran los hechos.
No había forma de que Uribe, ahora con 28 años, pudiera haber matado solo a los seis miembros de la familia, dijo Weiss, y en cambio sugirió que los asesinos eran “cuatro hombres enmascarados” que llegaron a la casa exigiendo dinero.
“Cuando no llegaba el dinero, empezaron a matar gente”, según Weiss. Uribe reconoció a uno de los hombres, quien luego amenazó a la familia de Uribe, dijo Weiss.
“Diego fue un cobarde”, dijo su abogado. “Él no habló. No señaló con el dedo a nadie… pero no es un asesino”.
Jurado ve fotos de la escena del crimen y autopsias
En el segundo día de testimonios en el juicio por la masacre de una familia mexicana en Gage Park, miembros del jurado vieron fotografías gráficas de la escena del crimen y de las autopsias realizadas a seis de las víctimas, incluido dos niños.
Diego Uribe, de 28 años, enfrenta múltiples cargos de asesinato, ya que según fiscales y su exnovia supuestamente disparó, golpeó y apuñaló a varios miembros de la familia Cruz-Martínez, después de exigirle dinero a su tía, María Martínez, el 2 de febrero de 2016, en una casa en la cuadra 5700 South California Avenue.
Las fotos de la autopsia examinadas por miembros del jurado mostraban los cuerpos de las dos víctimas más jóvenes: Alexis Cruz, de 10 años, y Leonardo Cruz, de 13. Varios miembros del jurado parecían esforzarse por mirarlas a través de un monitor en la sala del tribunal.
Durante la audiencia, la asistente de la oficina del médico forense del condado Cook, Lauren Woertz testificó que Alexis sufrió siete puñaladas en el pecho y sus manos mostraban evidencia de lesiones defensivas. Leonardo fue apuñalado y acuchillado sufriendo casi dos docenas de heridas, muchas en la cabeza y el cuello, dijo Woertz.
Según reportes del Chicago Sun Times, cuando las fotos del cuerpo de Alexis aparecían en el monitor, Uribe cerraba los ojos y ocasionalmente se pasaba un pañuelo por la cara. Los cuerpos de los niños fueron descubiertos dos días después de los ataques cuando la policía realizó un control de bienestar en la casa de Gage Park después de que su tío, con quien vivían, se ausentó varios días al trabajo.
Uribe y Perez fueron acusados de asesinato en mayo de 2016, luego de que fiscales dijeron que se encontró ADN de Uribe en la escena y debajo de las uñas de María Martínez.
El miércoles, la exnovia de Uribe, Jafeth Ramos, testificó durante casi dos horas tras presuntamente haber presenciado a Uribe cometer los asesinatos. Ramos dijo que ayudó a recolectar artículos de valor de la casa y no llamó a la policía ni trató de irse, a pesar de reconocer que tuvo múltiples oportunidades para hacerlo.
Ramos, que ahora tiene 25 años, se declaró culpable el año pasado de un cargo reducido de robo a mano armada con una sentencia sugerida de 25 años de prisión a cambio de testificar contra Uribe, dijo la fiscal del estado, Risa Lanier.
En las declaraciones de apertura del juicio, los abogados de Uribe dijeron que Ramos obtuvo un “acuerdo atractivo” a cambio de testificar en contra de Uribe y pidieron al jurado que dejaran de lado las imágenes perturbadoras que verían y que se enfocaran en los hechos del caso.
Entre tanto los abogados defensores de Uribe argumentan que él solo no pudo haber matado a los seis familiares y aunque reconocen que estuvo presente en la casa ese día, sugirieron en corte que los asesinos eran un grupo de hombres enmascarados que exigieron dinero y amenazaron contra la vida de Uribe, Ramos y su familia para que guardaran silencio.
Jurado escucha testimonios de experto forense y detective
El jurado pudo escuchar el testimonio de un experto en pruebas de ADN del laboratorio de ciencias forenses de la policía estatal de Illinois.
Greg Didomenic estuvo a cargo de examinar las pruebas de ADN que fueron tomadas de las uñas de los dedos de las manos de las seis víctimas donde halló que correspondían con las del acusado, Diego Uribe Cruz.
Durante el contrainterrogatorio la defensa intentó sembrar la duda al cuestionar sobre cuán precisas pueden ser las pruebas del laboratorio.
Otro testigo que el estado llamó al estrado fue el detective a cargo del interrogatorio contra Uribe cuando fue arrestado en 2016.
La fiscalía le mostró al jurado videos de ese interrogatorio y cómo reaccionó cuando detectives le dijeron que encontraron ADN de su cuerpo y sangre en la escena y en las victimas.
En el video Uribe negaba los hechos y preguntaba a los detectives “¿por qué yo habría querido matarlos?” e insistía en que no había estado en la casa de los Martinez - Cruz el día del crimen. Mas tarde Uribe entre lágrimas aceptó los hechos.