Para educar a tus hijos ¡habla menos!

Muchos creen que a la hora de educar a sus hijos es clave hablarles y explicarles cómo se deben hacer las cosas. Sin embargo, se ha dado un consenso entre los expertos en educación infantil alrededor de si es realmente importante hablar con los niños, si es útil o si en cambio puede resultar nocivo para ellos.

El sitio Parenting.org sostiene que mientras los padres explican algo, esas palabras entran por un oído del niño y salen por el otro. Aseguran que los niños aprenden más a través de las acciones que de las palabras. Por ejemplo, es más probable que un niño aprenda a ponerse una chaqueta cuando hace frío y evitar así una gripe al sentir el calor y la satisfacción del abrigo, que si su madre le explicara teóricamente esa sensación y la posterior amenaza de la enfermedad.

Otro concepto que abordan es que los niños no comprenden el lenguaje de los adultos como nosotros creemos. Para ellos es sumamente difícil encontrar similitudes entre cosas que son similares, pero no iguales. Por ejemplo, los padres pueden explicarle que un pastel de cumpleaños y un bollo de pan tienen muchas cosas en común, sin embargo ellos no lo verán. De esa manera, tampoco comprenderán cuando la madre le regaña por una actitud similar a una que le trajo problemas la semana pasada. El niño no lo comprenderá.

Los adultos estamos acostumbrados al tiempo, a calcularlo, a medirlo… Pero los niños no y por eso no comprenden cuando se les explica que si siguen con esa conducta, les irá mal a fin de año en la escuela, que sino cuando sean mayores tendrán dificultades, que si hacen tal cosa la semana siguiente no podrán hacer tal otra… etc. Para nosotros esas asociaciones temporales son habituales y no nos damos cuenta de que para ellos no lo son.

El sitio Childrennow.org recomienda hacer un cambio en el modo de abordar las conversaciones con los hijos. En lugar de sucumbir a un lenguaje adulto que los niños no comprenden, recomiendan fomentar las mímicas, las ejemplificaciones físicas, las comparaciones y metáforas, ser paciente, hablar cada tema las veces que sea necesario y generar en el hogar una atmósfera cálida, abierta y de buena predisposición.

Fuente: Parenting.org - Childrennow.org - Unicef.org

Contáctanos