Más de 55 personas resultaron heridas de bala durante el fin de semana en Chicago y otras 7 personas fallecieron, entre estos un menor de 12 años que fue asesinado por su propia madre.
Entre los heridos a causa de las múltiples balaceras se encuentran un bombero que se encontraba fuera de servicio, su sobrina de 15 años, y dos menores más uno de 12 y otro de 13 años.
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Este fin de semana se podría considerar el segundo más violento que Chicago haya vivido luego del festivo de Labor Day.
En uno de los tiroteos, una persona murió y otras cinco, entre ellas una adolescente, resultaron heridas al sur de la ciudad, informó la policía.
Un grupo de personas se dirigían a sus automóviles en el vecindario West Pullman a eso de las 9:40 p.m. del sábado cuando alguien desde otro vehículo “realizó varios disparos, alcanzando a las víctimas”, indicó la fuerza pública.
Una mujer de 42 años fue baleada en el brazo y axila y fue llevada al hospital donde falleció. Las autoridades no dieron a conocer su nombre.
Un hombre de 32 años baleado en la cara está en condición crítica. Las otras víctimas, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 28 años, estaban en condición estable en hospitales locales.
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Hasta el momento nadie ha sido arrestado, indicó la policía, aunque enfatizó que las investigaciones continúan.
