CHICAGO - Delisa Tucker perdió a su hermano a causa de la violencia con armas de fuego hace dos años, y casi perdió a su hija de 6 años antes de eso.
El miércoles por la mañana, estaba atendiendo otra tragedia familiar, el asesinato de su hijo Kevin Tinker, de 14 años, que ocurrió justo al final de la calle de su casa en Roseland este fin de semana.
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Sus amigos dijeron que estaba a unos pasos del funeral para su hijo, con la intención de encender una vela, cuando hubo disparos. Tucker recibió un golpe en el pecho y murió.
“Es simplemente triste que toda esta familia, básicamente, sea asesinada con el tiempo”, dijo el pastor Donovan Price, quien dijo que consoló a Tucker en una vigilia por su hijo el domingo por la noche. “Estoy devastado”, expresó.
La policía de Chicago no dijo si sospecha que los disparos están relacionados. Nadie estuvo bajo custodia en ninguno de los ataques.
Los oficiales que respondieron a una alerta de ShotSpotter encontraron a Tucker tirada en una banqueta en la cuadra 200 de West 110th Place alrededor de las 12:15 a.m. Informaron que no encontraron a nadie en la cuadra quien haya sido testigo del tiroteo.
El domingo, su hijo recibió varios disparos mientras estaba parado en la misma acera. El estudiante de octavo grado estaba afuera de una casa que había sido atacada más temprano ese día, según el jefe de detectives de la policía Brendan Deenihan, quien no dijo si el niño mismo era un objetivo.
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Un amigo cercano de la familia dijo que Tucker se dirigía a encender velas para su hijo cuando le dispararon.
“No eran pandilleros”, dijo la mujer, quien pidió no ser identificada. “Kevin era un chico tranquilo. Estaba empezando a salir de su caparazón”.
La amiga dijo que a Tucker le encantaba pasar tiempo con su familia y le sobreviven otros cinco hijos. Recientemente asumió el papel de matriarca de la familia después de la muerte de su madre, dijo la amiga.
Ella ayudó a organizar una página de GoFundMe para cubrir los costos del funeral y entierro de la familia.
Price dijo que ayudó a Tucker hace años cuando su hija, quien tenía 6 años en ese momento, resultó herida en un tiroteo. Años más tarde, Price dijo que ayudó a Tucker cuando su hermano fue asesinado a tiros.
“Tratas de ayudar a las personas para que tal vez sus vidas cambien”, dijo. “Me vuelvo parte de la familia de las personas a las que ayudo”.
El domingo por la noche, Price comento que asistió a una vigilia por Kevin y se acercó una vez más a la madre. La recuerda gritando: “¿Por qué tuviste que llevarte a Kevin? Deberías haberme llevado”.
El miércoles por la mañana temprano, Tucker recibió un mensaje de texto que decía que Tucker había sido asesinada a tiros donde se habían reunido días antes para recordar a su hijo.
Roseland es uno de los vecindarios más mortíferos de Chicago, a pesar de los esfuerzos intensificados del Ayuntamiento durante el último año para frenar la violencia allí y en otras 14 áreas comunitarias que durante mucho tiempo han luchado con armas y pandillas.
Roseland ha visto 26 muertes por disparos en lo que va de 2021, lo que la encamina a tener un año más mortífero que 2020, según datos del Sun-Times.
El distrito policial de Calumet, que incluye a Roseland, ha registrado al menos 61 homicidios este año, un 49% más que en esta época el año pasado. Los tiroteos aumentaron en un 31%.
