La violencia armada registrada en Chicago durante el fin de semana del feriado del 4 de julio cobró la vida de 17 personas, entre estas dos menores de edad y dejó un saldo de 72 heridos de bala.
Por desgracia y durante los últimos tres fines de semana en Chicago, 9 menores de edad han sido asesinados debido a una imparable ola de tiroteos que se ha recrudecido a pesar de la pandemia del coronavirus.
La víctima más joven de este fin de semana fue Natalia Wallace, de 7 años, quien resultó baleada la noche del sábado cuando de encontraba con su familia celebrando el 4 de julio en el vecindario de Austin.
Del trágico incidente, la policía dijo que están revisando un video de una cámara de vigilancia que, según estos, captó a tres sujetos bajándose de un auto color blanco y que sospechan podrían guardar relación con los 20 disparos dirigidos a los asistentes de la reunión.
“Esta noche, una niña de 7 años en Austin se unió a la lista de niños y adolescentes a cuyos sueños y esperanzas se les puso fin con el cañón de un arma”, comentó la alcaldesa Lori Lightfoot en Twitter el sábado.
“Como ciudad, debemos abrazar a nuestros jóvenes para que entiendan que hay un futuro para ellos que no está ligado a la violencia con armas de fuego”, añadió la alcaldesa.
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Un hombre de 32 años resultó herido en el tiroteo y se encuentra estable.
El Chicago Sun-Times, citando fuentes policiales, dijo que siete de los heridos eran menores de edad.
El domingo, la policía dijo que ya interrogan a una persona de interés.
Otro de los menores que encontró la muerte durante el fin de semana, fue Vernado Jones, Jr., de 14 años.
Autoridades dijeron que poco antes de la medianoche del sábado, cuatro hombres abrieron fuego en dirección a varias personas reunidas sobre la calle en el vecindario de Englewood, informó el portavoz de la policía Tom Ahern.
Dos hombres murieron en el lugar y otros dos, incluyendo al joven de 14 años, fallecieron en un hospital, agregó el vocero.
Otras cuatro personas resultaron heridas, una de las cuales está en estado crítico y tres se encuentran estables, declaró Ahern. Los cuatro atacantes huyeron del lugar y nadie fue arrestado.
Las balaceras del fin de semana en los que jóvenes murieron ocurrieron una semana después de incidentes similares en los que falleció un bebé de un año que viajaba con su madre en un auto y una niña de 10 años que se encontraba en un sofá dentro de su casa cuando una bala disparada a una cuadra de distancia entró por la ventana y le impactó en la cabeza.
En respuesta a la violencia que se ha registrado desde el fin de semana del Día de los Caídos en Guerras, la policía declaró que desplegaría a 1.200 agentes adicionales en las calles para este fin de semana largo.
