El estrés y la ansiedad por la pandemia son enemigos silenciosos que estarían afectando aun a aquellos que no se han infectado con el COVID-19.
Se trata de algo que expertos han llamado “fatiga pandémica,” y que describen como un aumento de estrés, desmotivación y ansiedad como producto de la incertidumbre del COVID-19.
Esta semana, el estado de Illinois ordenó restricciones adicionales para mitigar el coronavirus, algo que, según profesionales en el área de la salud mental, podría aumentar la ansiedad que se vive por la pandemia.
“Es normal tener estas emociones, estos sentimientos, esta inquietud, esta ansiedad, pero a la misma vez reconocer que esto es transitorio,” dijo la Dra. Geraldine Luna, Directora Médica del Departamento de Salud Pública de Chicago.
La preocupación de los residentes no es solamente el no poder salir de casa, o posiblemente perder su empleo, sino también el cómo vivir el día a día.
“No sé si yo lo traigo o lo trae otra persona porque en realidad es algo que no se ve no se siente y muy preocupante,” dijo Agustín Salgado en referencia al COVID-19.
Para contrarrestar este tipo de emociones, los expertos médicos recomiendan hacer ejercicios al aire libre, meditar y mantener un buen estado de salud física.
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“Llamar a esas personas que nos puedan hablar de las cosas que tengamos en común y compartir esta historia porque a todos no está afectando y cuando sabemos que no estamos solos, eso nos da una sensación de paz,” explicó la Dra. Luna.
Lo más importante, según los expertos, es mantener la calma y una actitud positiva.
Si necesitas ayuda para lidiar con los síntomas de la fatiga pandémica, visite el portal del Instituto Nacional de Salud Mental, nimh.nih.gov.
