Cómo mantener tus resoluciones

Durante las fiestas nos sentimos llenos de energías y entusiasmo. Planificamos el año que comienza y definimos unas resoluciones excelentes que estamos seguros que cumpliremos y que nos ayudarán a tener una vida mejor. Pero luego llega enero, febrero, volvemos a la oficina, los niños te requieren cada vez más tiempo, alguien tiene que ordenar la casa y si tú no cocinas no come nadie.

Te ofrecemos unos consejos prácticos y sencillos para que puedas mantener a lo largo del año las resoluciones que has tomado. No te los pierdas.

1. Asegúrate de que tus metas sean realistas. Los verdaderos cambios comienzan en las cosas pequeñas. No pretendas salvar el planeta mientras educas a tus 3 hijos.

2. Plantéate la posibilidad de separar tus resoluciones en dos partes. Durante la primera mitad del año, proponte alcanzar metas más accesibles. Agenda para el 30 de julio una cita contigo misma, evalúa cómo vienes cumpliéndolas y define para la segunda mitad un nuevo plan acorde a las circunstancias que te toquen.

3. Anota tus resoluciones en una hoja grande y colócala en un lugar que veas regularmente. Muchas veces las dejamos de lado simplemente porque las olvidamos en la carrera de todos los días. Reléelas con frecuencia y reflexiona sobre ellas.

4. En el fondo, es una cuestión de actitud. Si tus metas son medianamente realistas, podrás alcanzarlas si confías en ti misma y respetas tus deseos. Si lo deseas con tu corazón, lo lograrás. Sé optimista, responsable con tus deseos y rodéate de energías positivas.

5. No temas pedirle ayuda a tu pareja, a tus hijos, familiares o amigos. Para eso están: para ayudarte a ser mejor. Involúcralos, pídeles consejo, cuéntales cuáles son tus resoluciones y conversen de qué manera podrían ayudarte.

6. Si crees que es necesario, no tengas escrúpulos en modificarlas a lo largo del año en función de tus posibilidades. No sabes qué te deparará el 2012. Es mejor adaptarlas, aunque sean menos ambiciosas, que directamente no cumplirlas.

7. Llevar a cabo una resolución es un proceso lento que precisa perseverancia y tenacidad. Pero sobretodo es necesario tener paciencia. Para alcanzar tu objetivo es posible que tengas que empezar de nuevo una y otra vez. No temas al fracaso, a la inseguridad o la incertidumbre. Prueba distintos caminos, date tiempo, y vuelve a empezar. En muchos casos, el comienzo en sí mismo es una forma de éxito.

8. Imponte buenas recompensas. Dedícale tiempo a pensarlas y que sean realmente maravillosas. Serán motivaciones fundamentales para el día a día.

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