Un hombre mexicano de nombre Héctor ha vivido en carne propia el que los taxistas no quieran darle servicios, por su condición de sordomudo, que dificulta la comunicación.
Por eso, decidió ser el maestro de un grupo de taxistas que se están capacitando para comunicarse a través del lenguaje de señas.
La idea nació ante la enorme necesidad de que ese sector de San Luis Potosí sea atendido.
Al principio, pocos acudieron al llamado, pero el grupo ha ido creciendo, sobre todo con mujeres que en varias ocasiones han visto cómo sus compañeros se niegan a transportarlos.
Los organizadores de este curso piensan llevarlo a todos los rincones del país, principalmente a la capital mexicana, donde los sordomudos sufren al usar el transporte público sin poder darse a entender.
