Una mujer del sur de Indiana ahora enfrenta un cargo federal de delito de odio además de intento de asesinato por el apuñalamiento de un estudiante de ascendencia china de la Universidad de Indiana en un autobús público.
Billie R. Davis, de 56 años, de Bloomington, fue acusada formalmente por un gran jurado federal en Evansville el jueves por el cargo de causar lesiones intencionalmente a la víctima debido a su raza y origen nacional, dijo el Departamento de Justicia. Su abogado dijo que tiene una enfermedad mental.
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Davis, que es blanco, está acusado de apuñalar repetidamente a una mujer de 18 años con un cuchillo plegable el 11 de enero mientras la víctima, de Carmel, Indiana, esperaba para bajarse de un autobús en el centro de Bloomington.
Los estadounidenses de origen asiático han sido cada vez más objeto de acoso y agresiones por motivos raciales en los últimos años, particularmente desde que comenzó la pandemia de coronavirus, y a muchos les preocupa que la retórica anti-asiática vinculada a las tensas relaciones entre Estados Unidos y China pueda conducir a más violencia.
Una declaración jurada de un detective que revisó las imágenes de vigilancia del autobús dice que la víctima fue apuñalada unas siete veces en la parte superior de la cabeza, informó el Indianapolis Star.
“Davis luego dobla el cuchillo, lo vuelve a poner en su bolsillo y vuelve a su posición sentada en el autobús”, dice la declaración jurada.
Las imágenes de vigilancia no mostraron interacción entre las dos mujeres antes del ataque.
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Un testigo que viajaba en el autobús siguió al atacante de la mujer y contactó a la policía. Más tarde, Davis fue arrestada y acusada de intento de asesinato y agresión grave, según los registros judiciales.
Ella se declaró inocente en enero de esos cargos.
Kyle Dugger, un abogado que representa a Davis, dijo en una moción judicial en enero que está buscando una defensa por locura en nombre de Davis y que ella “es incapaz de ayudar en la preparación de su defensa debido a una enfermedad mental”.
Dugger le dijo a The Associated Press en un correo electrónico el viernes que con la acusación federal anticipa que los cargos a nivel estatal serán desestimados y que Davis será transferido a la custodia federal.
"La Sra. Davis tiene un largo historial documentado de enfermedad mental grave”, agregó. “Estaba buscando ayuda para manejar su condición incluyendo el día del presunto ataque”.
Davis estaba "extremadamente desorganizada" y "no sabía por qué estaba encarcelada" durante la entrevista con la policía donde se afirma que confesó su motivo racista, dijo Dugger.
“Davis seguía alucinando en la cárcel durante varios días después de ser arrestada”, dijo Dugger. “Las personas cercanas a la Sra. Davis (vecinos, familiares, amigos) no describen que tenga actitudes o antecedentes racistas. No la recuerdan expresando ideas racistas o participando en discursos de odio”.
