Miles de personas pasan por la estación de autobuses Greyhound de Chicago cada año, pero después de la publicación de un nuevo estudio, existe la preocupación de que la instalación corra el riesgo de cerrar.
Ese estudio, realizado por DePaul University, indicó que el cierre era una posibilidad, ya que se contrató a una empresa de servicios inmobiliarios para vender la estación de autobuses.
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Eso sigue un patrón en el que la empresa reubica y vende estaciones y, a veces, hace la transición de las estaciones a puntos de recogida en la acera, sin áreas de espera para los viajeros.
El estudio indicó que la estación del centro de Chicago, ubicada en West Harrison desde 1989, atiende hasta 500,000 pasajeros al año.
Un punto de conexión clave para los viajeros que se desplazan por todo el país, la estación brinda un servicio invaluable para los viajeros de bajos ingresos o aquellos que no tienen acceso a automóviles.
“Es realmente crítico para las poblaciones desfavorecidas”, dijo Joe Schwieterman, profesor de transporte en DePaul. “Si necesitas ir del punto A al punto B, es la única opción en muchos casos”.
Los autores del estudio pidieron una agencia pública para garantizar la preservación de la estación, lo que podría incluir eventualmente comprarla y operarla.
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En un comunicado a NBC 5, Greyhound dijo que no hay planes para interrumpir el servicio en la ciudad de Chicago.
“Greyhound se compromete a servir a los constituyentes de Chicago y sus visitantes. No hay planes para descontinuar nuestro servicio. La empresa se dedica actualmente a una búsqueda activa de una ubicación permanente. Hasta entonces, los pasajeros pueden continuar abordando los autobuses Greyhound en la terminal Greyhound y Union Station”, dijeron las autoridades.
