CHICAGO — Un juez federal aprobó un acuerdo de $9.25 millones entre las Escuelas Públicas de Chicago y el Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) en dos demandas derivadas de los despidos de cientos de educadores negros en escuelas de bajo rendimiento, dijeron funcionarios el miércoles.
Aquellos elegibles para recibir pagos en virtud del acuerdo tienen hasta el viernes para presentar reclamos, dijeron los abogados del Sindicato de Maestros.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Chicago aquí.
Son elegibles para recibir pagos todas las personas negras empleadas como maestros o paraprofesionales en cualquier escuela o centro de asistencia sujeto a una política de “cambio” dirigida a las escuelas que habían sido puestas en período de prueba debido a puntajes de prueba y asistencia deficientes de 2012 a 2014, indicaron abogados.
El acuerdo alcanzado en diciembre fue aprobado el martes por la jueza federal de distrito Sara Ellis, dijeron los abogados.
Alrededor de $5.25 millones del acuerdo se distribuirán entre más de 414 miembros actuales y anteriores del sindicato según los términos del acuerdo, indicó un portavoz de los abogados. Los abogados pidieron alrededor de $3.6 millones en honorarios y $400,000 en costos judiciales.
“Esta ha sido una batalla judicial desafiante pero necesaria y parte de la determinación de la CTU de garantizar que todos los estudiantes y el personal tengan las escuelas que Chicago merece. Los demandantes nombrados y otros miembros de la CTU han demostrado un gran coraje a lo largo de esta lucha de 10 años por la justicia”, comentó Patrick Cowlin, abogado principal del Sindicato de Maestros, en un comunicado de prensa.
Associated Press dejó un mensaje telefónico en busca de comentarios de las Escuelas Públicas de Chicago.
Local
Las últimas historias de Chicago e Illinois. Entérate de las noticias de hoy.
Las demandas federales surgieron de varias rondas de despidos en 18 escuelas bajo la política de “cambio”. Los empleados afectados trabajaban en escuelas en los lados sur u oeste de Chicago y muchos estaban en comunidades negras. Una cantidad desproporcionada de educadores negros perdieron sus trabajos, y aunque se ordenó a los maestros que solicitaran nuevos trabajos en CPS, no todos fueron recontratados.