INDIANÁPOLIS — La fuerte disminución de las enfermedades graves de COVID-19 en Indiana en los últimos dos meses ha llevado las hospitalizaciones por la enfermedad al nivel más bajo en el estado desde las primeras semanas de la pandemia.
El total de pacientes con COVID-19 en los hospitales de Indiana era de 360 hasta el martes, un 90% menos que a mediados de enero, según el departamento de salud estatal.
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Las hospitalizaciones de Indiana superaron las 1,500 personas a las pocas semanas de la primera infección por COVID-19 confirmada en el estado en febrero de 2020.
Desde entonces, las hospitalizaciones alcanzaron picos de alrededor de 3,400 a fines de 2020 y de alrededor de 3,500 hace poco más de dos meses. Esas hospitalizaciones fueron tan bajas como 400 el verano pasado antes de un nuevo aumento provocado por las variantes delta y ómicron.
Indiana ahora tiene un promedio de 10 muertes por COVID-19 por día después de que el estado vio una tasa de mortalidad que superó las 70 por día durante gran parte de enero. El departamento de salud del estado ha registrado más de 23,000 muertes por COVID-19 en los últimos dos años.
A algunos científicos les preocupa que una versión más contagiosa de la variante ómicron pronto pueda aumentar los casos en los Estados Unidos en un momento en que muchas menos personas toman precauciones pandémicas, como usar máscaras faciales.
