CHICAGO-Familiares de la pequeña de siete años que debió ser internada con disparos en su cuerpo la noche de Halloween denuncian que no los dejaron ingresar al hospital y dicen que se trata de un caso de discriminación.
Los familiares dicen que estuvieron afuera de Stroger Hospital por varias horas y que incluso tuvo que intervenir la alcaldesa para que pudieran entrar.
Familiares de Giselle Zamago de 7 años dicen que esperan que nadie nunca tenga que pasar por ese calvario, porque según ellos, además de haber pasado la jornada más triste de su vida, el hospital donde estaba internado la niña le hizo la vida poco difícil.
La tía, junto a otros dos familiares de la pequeña dicen que la noche del 31 de octubre tuvieron que esperar a la intemperie haciendo frente a las bajísimas temperaturas en la calle del hospital pues asegura que la seguridad de ese hospital les impidió el ingreso.
Dicen además que intentaron pedir por un gerente o una autoridad para que refiera la decisión algo que no sucedió. En el marco de lo que consideraron discriminación contra ellos decidieron llamar a la policía de Chicago para que interviniera y los asistiera, pero cuando llegó la policía, indicaron que no podían intervenir en el hospital porque decían que no tenían jurisdicción en ese lugar.
Vía mensaje de texto, el papá de la víctima y una tía, agradecieron a Telemundo Chicago la preocupación por el hecho, aunque rechazaron dar su versión en cámara.
Fue corroborado por el vocero de la policía de Chicago Anthony Gugliemi quien en un correo electrónico informó que incluso patrullas del departamento llegaron al lugar y constataron que no pudieron entrar y les ofrecieron sus propios vehículos para que las personas no tuvieran tanto frío. El vocero también dijo que los familiares pudieron entrar al hospital luego de varias horas y una vez que intervino la alcaldesa Lori Lightfoot.
Lightfoot estuvo el viernes por la mañana en las dependencias del hospital junto al superintendente de la policía de Chicago quienes se reunieron con los familiares de la niña baleada.
Por su parte, una vocera del hospital dijo en respuesta a las acusaciones que:
“Como cualquier otro hospital tenemos una política que nos permite restringir la visita de un paciente con trauma basado en que puede existir algún tipo de potencial riesgo hacia el paciente o el equipo de trabajo. Esta política fue mal implementada el jueves pasado y por eso pedimos disculpas a la familia”.
