Manifestantes planifican boicotear la inauguración de un nuevo restaurante de la cadena Portillo’s en el suburbio de Deerfield, en un intento para que se prohíba la portación de armas dentro de todos sus comensales.
La protesta trasciende a que hace 23 años, siete empleados del restaurante Brown’s Chicken en Palatine, murieron durante una balacera dentro del local. Los dueños de las cadenas Portillo's y Brown’s Chicken son hermanos.
Defensores del uso de armas de fuego dicen que también harán acto de presencia durante el corte de cinta el martes en el nuevo restaurante muy cerca de donde ocurrió la masacre.
A pesar de la controversia, la compañía dice que continuará expandiéndose: “Hace años que Dick Portillo, fundador de la cadena, y nuestro equipo ha querido conquistar el mercado de Deerfield”, dijo Keith Kinsey, CEO de Portillo. “Apreciamos el apoyo de la comunidad y esperamos ser parte de esta”
Sin embargo, Lee Goodman, organizador del boicot, alega que los directivos de la cadena se negaron a discutir con los residentes de Deerfield sobre el asunto.
“Portillo permite a la gente llevar armas a sus restaurantes, a pesar de que una ley en Illinois concede colocar cárteles anunciando que se prohibe la entrada de armas en negocios y restaurantes".
