CHICAGO- El Departamento de Salud Pública de Chicago rechazó el viernes una solicitud de permiso para trasladar del norte de la ciudad al sureste, la planta de reciclaje de metal y chatarra General Iron, lo que representa una victoria para los activistas comunitarios que por años han luchado para evitar la apertura de la instalación en East Side.
Una evaluación del CDPH encontró que las operaciones de la recicladora de metal contaminaría el aire en el área, afectaría negativamente la salud mental de los residentes, continuaría la tendencia de que la ciudad concentre las fábricas e industrias pesadas en áreas del sureste, y además aumentaría el riesgo de contaminación del agua y del suelo, explosiones, incendios y ruidos.
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Además, según el CDPH, durante la evaluación ordenada por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., funcionarios descubrieron aparentes casos de incumplimiento de normas y requisitos ambientales y de salud de la ciudad en nombre del operador, Reserve Management Group, incluida la falta de obtención de los permisos necesarios para realizar un proceso de fundición de metal que utiliza arena.
El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, que durante mucho tiempo se opuso al traslado de la instalación de Lincoln Park al sureste, calificó el rechazo del permiso como una "enorme victoria", pero dijo que la ciudad debe dedicarse a políticas que eviten que situaciones como estas vuelvan a ocurrir.
“Nuestra comunidad no es una zona de sacrificio”, dijo NRDC y otras organizaciones ambientales en un comunicado. "…Aunque estamos celebrando esta decisión, la comunidad sigue lidiando con el legado tóxico que ha permitido que la contaminación se acumule en nuestra comunidad y no dejaremos de luchar por nuestro derecho al aire limpio, y seguiremos luchando hasta que las comunidades de Chicago como la nuestra puedan vivir en un ambiente saludable”.
Ante el anuncio la empresa matriz RMG reaccionó y dijo que, en parte, "la política, no la protección ambiental o la salud pública, fue la única razón por la que la ciudad negó el permiso para operar a Southside Recycling".
A continuación podrás leer una traducción al español de la declaración completa emitida por la empresa RMG:
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“Hemos construido la instalación de reciclaje de metales con mayor conciencia ambiental en el país, pero los políticos y los funcionarios gubernamentales han ignorado los hechos y, en cambio, se han acobardado por las persistentes narrativas falsas y la información errónea destinada a demonizar nuestro negocio. Lo que debería haber sido un proceso de permisos apolítico fue secuestrado por una oposición pequeña pero ruidosa que hace mucho tiempo dejó en claro que se opondrían incondicionalmente a esta instalación, al diablo con los hechos y la ciencia. La política, no la protección ambiental o de la salud pública, es la única razón por la cual la ciudad negó el permiso para operar a Southside Recycling.
"Los expertos determinaron repetidamente que Southside Recycling no amenazaría la salud pública o los esfuerzos de justicia ambiental. Cuando la EPA de Illinois completó su exhaustivo proceso de revisión y emitió nuestro permiso de aire estatal en junio de 2020, los profesionales de carrera de la EPA de los EE. UU. elogiaron sus esfuerzos por adoptar un enfoque riguroso para la participación de la comunidad y las consideraciones de justicia ambiental. Y los propios expertos en salud de la Ciudad, utilizando parámetros inflados intencionalmente para exagerar los efectos de la operación, concluyeron que la instalación no presenta ningún riesgo de efectos adversos para la salud por encima de los puntos de referencia definidos por la EPA de EE. UU."
"Continuaremos buscando todas las vías para impugnar esta decisión, incluida la presentación de nuestra demanda contra la ciudad, lo que probablemente resultará en que los contribuyentes se vean obligados a pagar cientos de millones de dólares en daños. Aparte del litigio, esta decisión es un mensaje claro para cualquier empresa o industria que pueda estar considerando expandirse o invertir en Chicago: la ciudad no es un socio confiable y no está abierta para los negocios. Chicago ha declarado en voz alta que la política, no los acuerdos firmados, sus propias leyes y reglamentos, ni la protección real de la salud humana y el medio ambiente, es la consideración final en todos los asuntos”.
