Lucía vive entre cuatro paredes en Homestead, un barrio del sur de la Florida, con sus cinco hijos luego de que su esposo fue deportado hace cuatro meses a Guatemala. Los niños no se conforman con la ausencia de su padre. “Sigo pidiéndole a Dios que todo se arreglé”, declaró a Telemundo 51 Lucía entre sollozos. “Mis hijos tienen que seguir adelante”, agregó. Lucía también es vulnerable a la deportación, pero sus cinco hijos son ciudadanos estadounidenses. El abogado, John de León, abogado de la Unión de Libertades Civiles Americanas, ACLU, por sus siglas en inglés, explica que todos los inmigrantes indocumentados con hijos menores podrían ser deportados. “La separación es lo más peligroso de toda está guerra contra los inmigrantes indocumentados en este país”, afirmó de León. Según cifras oficiales entre enero y junio de 2011, 46,000 padres de niños nacidos en este país fueron deportados.
