¡México vota!

MEXICO (AP) -- Los votantes mexicanos acudieron hoy a las urnas en medio de un clima de tranquilidad y aparentemente dispuestos a traer a la vieja guardia al poder, doce años después de que el Partido Revolucionario Institucional perdiera la silla presidencial que mantuvo durante más de siete décadas, en una contienda electoral histórica que probó finalmente que México era una democracia.

Ese partido, conocido como el PRI, encabezado por el ex gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, ha mantenido un fuerte liderazgo durante toda la campaña, y sería probable que recupere, al menos, una fuerte bancada en ambas cámaras del Congreso.

El partido ha ganado impulso por la fatiga del mexicano frente a una débil economía y la fuerte escalada de una guerra contra las drogas que ha matado a unas 50.000 personas en los últimos seis años. El deseo de cambio ahora beneficiaría al PRI, que gobernó ininterrumpidamente México desde 1929 hasta 2000.

Ante el panorama de que pueda cantar victoria tras la jornada electoral, el PRI anticipó ya un mensaje con el que busca al parecer tranquilizar a sus detractores, al asegurar que no restauraría prácticas autoritarias y corruptas del pasado, como advierten sus opositores.

Los centros de votación comenzaron a cerrar en la mayoría de los 31 estados y la capital del país a las 6.00 de la tarde (2300 GMT). La totalidad de casillas cerrarán a las 8.00 de la noche (0100 GMT del lunes), cuando empresas privadas empezarán a divulgar encuestas a boca de urna.

Todos los candidatos se han acusado de emular las tradicionales tácticas electorales por las que el PRI se hizo tristemente célebre como ofrecer dinero, comida o beneficios a los votantes a cambio de su sufragio.

El Partido de la Revolución Democrática, PRD, de Andrés Manuel López Obrador dice que la campaña de Peña Nieto ha entregado sus partidarios tarjetas con dinero por casi 5.2 millones de dólares.

En algunos sitios de votación especiales, instalados en la Ciudad de México para electores registrados fuera de sus lugares de origen, la gente se quejó del limitado número de votos asignados que se agotaron horas después de que el lugar se abriera.

"Hay mucho animo de votar, pero no hay suficientes boletas. Es absurdo que te formas por horas, y cuando llegas ya no hay boletas", dijo Perla Hernández, estudiante de medicina de 22 años.

El presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, se atribuyó el domingo el triunfo de su partido en los estados de Jalisco, Chiapas, Yucatán y Tabasco.

En los estados de Morelos y Guanajuato, el líder político dijo que aún está muy competida la contienda.

La candidata del PRI al gobierno de la capital, Beatriz Paredes, reconoció que las primeras encuestas a boca de urna no le favorecían.

Un sondeo a boca de urna de la empresa GEA ISA, para el grupo de medios Milenio y con un margen de error de más menos dos puntos porcentuales, señaló que el candidato del PRD a la capital, Miguel Angel Mancera, habría recibido un 61% de la votación, mientras que la aspirante del PRI habría quedado en un lejano segundo lugar con 23% de los sufragios.

"Una serie de encuestas de salida... incluso una propia, señalan que la tendencia para la jefatura de gobierno del Distrito Federal no me es favorable", dijo Paredes en rueda de prensa.

La capital del país ha sido gobernada por el PRD desde 1997, cuando por primera vez se comenzó a elegir al alcalde de la ciudad de México.

Funcionarios electorales han insistido reiteradamente que el fraude electoral está descartado dado los controles electorales establecidos en el país en los últimos años.

El gobierno también prometió esfuerzos para evitar brotes de violencia relacionados con los carteles de la droga. El ejército intensificó hoy las patrullas en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, donde una granada en una camioneta explotó frente a la alcaldía el viernes.

El secretario de gobernación, Alejandro Poiré, informó sobre "algunos incidentes aislados que se están atendiendo muy puntualmente", aunque no dio detalles. "No quisiera yo darle relevancia a ninguno en lo particular", agregó.

La votación se realizaba con normalidad en la capital y el resto del país, de acuerdo con el ex presidente colombiano César Gaviria, jefe de la misión de observación de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Entre quienes aguardan la esperanza de una sorpresa electoral, aparecen el izquierdista López Obrador, cuya estrecha derrota en las últimas elecciones dio lugar a acusaciones de fraude electoral y a semanas de protestas masivas. También está la candidata del oficialista Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, que es la primera mujer nominada a la presidencia por un partido importante en el país.

Pero todo indicaría que se trata del regreso impensable del PRI, que muchos creían que estaba completamente derrotado después de su fracaso en 2000 y que se mostró en cuidados intensivos en la última elección presidencial, cuando terminó tercero, con una débil votación.

Peña Nieto se ha presentado como un pragmático y moderado gobernante en lo económico, siguiendo la tradición de los últimos tres presidentes del PRI. Ha pedido una mayor inversión privada en la industria petrolera mexicana controlada por el Estado, y ha dicho que tratará de reducir la violencia al concentrarse en atacar los crímenes de alto impacto que afectan a los ciudadanos del común, mientras que le restaría énfasis a la búsqueda de capos de la droga.

Además del presidente, los mexicanos elegirán a los 500 diputados federales y 128 senadores. También se votará por el jefe de gobierno de la ciudad de México y seis gobernadores, así como por varios cientos de nuevos legisladores locales y alcaldes.

"Hemos visto votación copiosa y los reportes del país es que hay normalidad", señaló Gaviria. "Confiamos que al terminar la jornada, el sistema electoral mexicano va a producir un resultado que va a generar certeza".

Peña Nieto, de 45 años, está casado con una estrella de telenovelas, y su campaña ha sido acusada de sobrepasar el tope electoral de financiamiento de unos $25 millones de dólares y de ser objeto de una cobertura favorable de la gigante televisiva y editorial de México, Televisa.

Estudiantes universitarios pusieron en marcha una serie de marchas anti Peña Nieto en las últimas semanas de campaña, con el argumento de que el PRI no ha cambiado, algo que ha refutado el candidato priista y que brindó un impulso moderado a López Obrador, de 58 años.

La posibilidad del regreso del PRI ha llevado a los analistas a discutir si eso significará la restauración de un régimen de corrupción y represión, como en el pasado, aunque algunos creen que no sería tan sencillo en un país que ha cambiado desde que ese partido gobernó.

"El contexto sí cambia muy severamente", dijo a The Associated Press Rodrigo Salazar, profesor investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México. "La sociedad no es la misma; es una sociedad muy crítica, es una sociedad exigente, (y hay) una división de poderes fuerte".

Algunos también han advertido sobre la posibilidad de que López Obrador, de perder la elección, promueva protestas como las que en 2006 cerraron por casi dos meses una de las principales avenidas del centro de la ciudad.

López Obrador, por su parte, ahora se presenta con un discurso más moderado y promete crear una "República amorosa" que restaure valores como la honestidad. En su anterior campaña a la presidencia pregonó que gobernaría primero para los pobres y lanzó duros ataques a las instituciones en medio de reclamos de que le habían "robado" el triunfo.

Peña Nieto, también visto por sus críticos como un producto de la mercadotecnia televisiva, llega a la elección como empezó: en primer lugar. Y aunque a lo largo de los tres meses de campaña su ventaja frente a sus rivales se redujo, el mantenerse a la cabeza de la intención de voto ha hecho pensar a algunos que es inevitable su triunfo.

"Dado lo que informan las distintas encuestas... la verdad es que el resultado final nos deja más o menos como empezó la campaña", dijo Salazar. "Vamos a tener un ganador con una muy amplia ventaja".

Para muchos es poco probable que el conservador y actual gobernante Partido Acción Nacional (PAN), quien sacó al PRI de la presidencia en 2000 y volvió a triunfar en 2006, pueda mantener el poder en medio de un desencanto que se ha agravado en los últimos años por una ofensiva contra el narcotráfico que no se tradujo en una reducción de la violencia.

A ello se suma una crisis financiera internacional que llevó a México, en 2009, a su peor contracción económica en varias décadas.

López Obrador cree que nada está dicho aún y es necesario esperar el final de la jornada electoral, y quien repite candidatura y que tras empezar en la tercera posición logró remontar un peldaño pese a los pronósticos iniciales adversos.

"México ya no está para retrocesos... la gente quiere un cambio verdadero", dijo López Obrador luego de emitir su voto por la mañana al sur de la capital.

En medio de la desilusión con el PAN, su candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, de 51 años, bajó del segundo lugar al inicio de la campaña al tercero detrás de López Obrador.

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