De acuerdo a varios reportes, un estudio realizado en Inglaterra demostró que maldecir o usar palabras altisonantes puede reducir la sensación de dolor. Sin embargo, los efectos no serán tan evidentes en las personas que abusan de las malas palabras. Aquellos que sólo maldicen una o dos veces al día experimentan un mayor beneficio. El estudio fue realizado por la Universidad Keele de Inglaterra, y consistió en someter a un grupo de personas a sumergir las manos en una cubeta de agua helada. Primero, los individuos pudieron maldecir constantemente mientras resistían las heladas temperaturas. Luego tuvieron que volver a meter las manos, pero esta vez tenían que repetir una palabra normal, de uso diario. El experimento demostró, que cuando maldecían pudieron resistir las manos bajo el agua por más tiempo. Pero los resultados también mostraron que un pequeño porcentaje de los individuos no demostraron ninguna diferencia al maldecir. Se desconoce con exactitud qué es lo que ocasiona este fenómeno, pero se cree que maldecir alimenta las emociones negativas como el enojo o el miedo.