Una vez que el HPV, o cáncer de cuello uterino, ha sido diagnosticado, hay algunas medidas que puedes tomar para que no disminuya tu calidad de vida, conserves tu energía y el tratamiento sea más llevadero. Toma nota de estas recomendaciones. 1. Decisiones saludables: decídete a tomar menos alcohol, deja de fumar y ejercitar más a menudo. Duerme la cantidad de horas que necesites y toma aire fresco varias veces a la semana. Éstas son las claves para darle a tu cuerpo la fuerza que necesita. 2. Aliméntate mejor: Una de las mejores medidas es adoptar hábitos alimentarios saludables. Trata de comer cinco o más porciones de frutas y verduras cada día. Consume alimentos de grano integral en vez de azúcares y harinas blancas. Trata de limitar las carnes con alto contenido de grasa. Disminuye el consumo de carnes procesadas, como perros calientes (hot dogs), mortadela y tocino. 3. Actividad física: Hacer ejercicios regularmente (al menos 30 minutos al día durante cinco o más días de la semana), conlleva numerosos beneficios. Entre ellos, mejora el estado cardiovascular (corazón y circulación), fortalece los músculos, reduce el cansancio, la ansiedad y la depresión, infunde una sensación de bienestar general y dá vitalidad al cuerpo. 4. Las preocupaciones. Una vez que estés en tratamiento posiblemente aparezcan nuevas emociones y preocupaciones en tu vida, como las repercusiones que tendrá tu enfermedad en tus amigos y familiares, sobre tu vida profesional, etcétera. Céntrate en ti misma, te necesitas en pleno estado para recuperarte. No permitas que el dolor o la preocupación ajena te quiten energía. Agradece todo el amor que te dan y manténte fuerte y focalizada en tu cuerpo. 5. Diviértete. Los tratamiento para combatir enfermedades suelen ocupar gran parte de la mente y del tiempo de los pacientes. No dejes que tu vida se limite a eso. Haz una lista con las 4 ó 5 cosas que más felices te hacen: salir con amigas, leer, ir al cine, viajar... y asegúrate de que estén en tu rutina.
Fuente:
American Cancer Society
