Este viernes un juez halló culpable de asesinato en segundo grado a un oficial de la policía de Chicago acusado por un tiroteo que cobró la vida de un hispano en enero del 2017.
El fallo del juez del condado Cook, William Gamboney se dio a conocer a casi dos meses de que se leyeran en corte los agumentos finales del caso en un juicio de tres días.
Según autoridades, José Nieves de 37 años murió luego de que el oficial Lowell Houser, que se encontraba fuera de funciones, le disparó en tres ocasiones tras una discusión.
Durante una audiencia anterior, la fiscalía dijo que el oficial Houser, llegó hasta donde residía José Nieves y lo encontró descargando unas cajas de un camión junto a una mujer.
La fiscalia alegó que durante el encuentro, Houser le preguntó a la mujer qué hacía allí con Nieves y que si ella sabía que él trataba mal a las mujeres.
Cuando Nieves escuchó las palabras del oficial, comenzó un altercado verbal entre ambos. La fiscalía añadió que un testigo escuchó desde su apartamento gritos y dijo ver desde su ventana cómo Houser apuntaba un pistola hacia Nieves.
También confesó haber escuchado varios disparos y haber visto posteriormente a Nieves tendido en el suelo y sin ningún arma a su alrededor.
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La defensa alegó que Houser quien ese entonces tenía 57 años, fue el que llamó a las autoridades y que disparó en legítima defensa.
A casi tres años de su muerte, la familia de José Nieves solo pide que se haga justicia y finalmente saber porque lo mataron.
En parte el abogado de la familia afirma que Hauser usó su poder para abrir fuego contra Nieves quien no estaba armado.
“Tiene un historial por uso de fuerza excesiva en la comunidad, la ciudad y el departamento de policía lo sabía y le permitieron usar su placa y su pistola para matar a José”
“Yo le rezo a Dios que cuando el juez haga su decisión que Dios le toque el corazón al juez, para que él de la sentencia que debe ser”, dijo su madre.
Houser, quien hasta el viernes se encontraba bajo monitoreo electrónico, se le revocó su derecho a fianza y ahora podría recibir un sentencia de hasta 20 años de prisión o probatoria.
