Líderes religiosos, activistas y personas que han sido víctimas de crímenes en Chicago y sus alrededores, le están haciendo un llamado a la fiscal general del condado Cook, Kim Foxx. Su petición es que la fiscalía reactive un programa de protección de testigos de crímenes violentos que sea eficaz.
Hoy el líder de la iniciativa del programa de protección de testigos, el Reverendo Ira Acree, de la iglesia Saint John Bible, estuvo afuera de las oficinas de la fiscal general y expreso: “Algo tiene que suceder, muchas veces hemos ofrecido recompensas o le hemos hecho un llamado a los pistoleros para que se entreguen, pero estamos hablando de asesinos a sangre fría, que le disparan a niñas que visitan a su familia, a 15 personas en un funeral o a una bebe que va en el auto con sus padres por la carretera".
Más de una decena de líderes religiosos firmaron la carta dirigida a la fiscal Foxx, que fue entregada en persona hoy en sus oficinas. Ellos también expresaron públicamente que, aunque el condado Cook actualmente cuenta con un programa de asistencia para víctimas y testigos de crímenes, ellos no consideran que este dando resultados y familiares de víctimas mortales de crímenes los respaldaron: “Tienen que hacer un programa más estricto, más fuerte, para que las personas puedan ser protegidas, necesitamos protección, en nuestras comunidades para que las personas puedan hablar”, dijo Sonia Zúñiga, quien compartió que su hermano fue victima mortal de una balacera en el 2014.
La fiscal Foxx por su parte, respondió al llamado de los activistas expresando por escrito:
“Todos los días, nuestra unidad dedicada a víctimas y testigos trabaja directamente con las personas más afectadas por la violencia al navegar el sistema judicial en busca de justicia. Esta unidad está financiada en parte por el presupuesto anual del condado, así como subvenciones estatales y federales. Estos recursos nos permiten ofrecer asistencia limitada de reubicación, opción considerada caso por caso”.
“Sin embargo, el sistema de justicia penal no puede ser el único recurso para las víctimas. La colaboración con defensores, organizaciones comunitarias, el gobierno y otras agencias de aplicación de la ley es fundamental para proporcionar el sistema más completo de servicios a las víctimas y a testigos”.
