En un martes habitual, los estudiantes de Cynthia Trevillion deberían estar en su clase, en una escuela al norte de Chicago. Pero este martes sus alumnos están lejos de su aula, recordando a la maestra que la violencia les arrebató a través de una bala perdida.
Las puertas de la escuela Waldorf permanecerán cerradas, mientras la comunidad estudiantil y el personal de la escuela se unen al duelo por la pérdida de la docente que recibió un balazo mientras caminaba en el vecindario de Rogers Park. Un funeral privado está programado para este martes en la Christian Community Church.
La mujer de 64 años cayó en el pavimento a poca distancia de la estación Morse, en la Red Line. "Todos nos miramos congelados," dijo Melodie Johnson, quien fue testigo del tiroteo. "Luego alguien corrió desde la esquina y dijo que una persona había muerto."
Trevillion fue baleada en la cabeza y el cuello, según las autoridades, y llevada al Presence St. Francis Hospital donde fue declarada muerta poco antes de las 7:20 p.m. La policía indicó que ella no era el blanco inicial de los disparos.
Por su parte, su esposo John Trevillion repasó el fatal incidente y dijo que iban camino a tomar el tren a solo pasos de su casa para ir a cenar con amigos, cuando se desató el tiroteo. Dijo que oyó los disparos y se lanzó al piso justo antes de ver que su esposa había sido herida.
El hombre, que había estado casado con la maestra por 29 años, la describió como un "alma extremadamente generosa". Ambos son docentes, se mudaron de Michigan a Chicago hace cerca de 15 años y desde entonces trabajaban para la escuela Waldorf.
Cynthia Trevillion enseñaba matemáticas en secundaria, según el sitio web de la escuela, y hace poco se había convertido en especialista en apoyo educativo, ayudando a pequeños que necesitaran ayuda adicional en la escuela.
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"Era capaz de identificar qué estaba afectando a los niños en su aprendizaje", dijo el reverendo Ann Burfeind.
Mientras muchos de sus estudiantes hicieron una vigilia el lunes, la comunidad también resiente su partida y la ola de violencia que aqueja a Rogers Park. La misma noche del asesinato de Trevillion, un jovencito de apenas 15 años fue baleado también a menos de una milla.