Una mujer de Michigan recibió una sentencia de 20 años en prisión por la muerte de sus hijos recién nacidos.
Una mujer de Michigan fue condenada a 20 años de prisión este martes por los asesinatos de sus gemelos recién nacidos en 2003, quienes fueron dejados por muertos en un contenedor de basura en el suburbio de Stickney Township.
Antoinette Briley, de 44 años, se declaró culpable de asesinato en una audiencia y fue condenada a 20 años en el Departamento de Correcciones de Illinois, indicó la Oficina del Alguacil del Condado de Cook.
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Los gemelos fueron encontrados el 6 de junio de 2003 por un empleado de Waste Management que estaba vaciando contenedores de basura en un callejón en la cuadra 4800 de South Latrobe Avenue. Sus muertes fueron declaradas homicidios después de que las autopsias revelaran que los niños habían nacido con vida y murieron por asfixia, según las autoridades.
La Oficina del Alguacil investigó pero no pudo encontrar a un sospechoso en ese momento.
Sin embargo, la detective Ginny Georgantas, investigadora principal del caso, había dicho que pidió reabrir la investigación en 2018 después de que se utilizara la tecnología de genealogía genética para identificar al asesino en serie Joseph James DeAngelo Junior en California.
La técnica se usó para identificar a Briley como una posible madre biológica de los gemelos.
Los detectives fueron a Holland, Michigan, vieron a Briley fumando un cigarrillo y recuperaron la colilla para recolectar una muestra de su ADN, que coincidió con el de los gemelos.
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Briley fue arrestada en 2020 cuando los investigadores supieron que estaría en Oak Lawn, y fue acusada de dos cargos de asesinato en primer grado. Después de su arresto, Briley admitió su participación en la muerte de los niños y el deshecho de sus cuerpos, según funcionarios.
Briley dijo a los detectives que sabía que estaba embarazada ese día en 2003, y que había estado en la casa de su abuelo cuando comenzó a sentir dolores abdominales. Se metió en una bañera y dio a luz. Los bebés lloraban "pero no lo suficientemente fuerte como para que los vecinos pudieran escuchar", les dijo a los investigadores.
Después de limpiarse, Briley colocó a los recién nacidos en una bolsa de viaje y se subió a un auto para conducir a un hospital.
Pero, les dijo a los detectives, cambió de opinión, pensando que como nadie sabía que había dado a luz, "nadie tendría que saberlo nunca". Les dijo a los detectives que sacó a los bebés de la bolsa, los dejó en un contenedor de basura y condujo de regreso a la casa de su abuelo.
Supuestamente, Briley les dijo a los detectives en 2020 que "desearía poder repetir ese día" y que habría seguido conduciendo hacia el hospital.
