Al menos 10 personas murieron y otras 41 resultaron heridas en tiroteos a través de todo Chicago marcando este fin de semana feriado de Memorial Day, marcando así el más violento que se haya vivido en la ciudad desde el 2015.
La policía de Chicago aumentó el patrullaje y organizaciones comunitarias desplegaron mediadores en "puntos críticos" de varios vecindarios para tratar de frenar los incidentes armados que históricamente aumentan durante el fin de semana del Día de los Caídos.
El superintendente de la policía David Brown había dicho que este año los oficiales estarían enfocados en dispersar reuniones y grupos de personas ya que estaban prohibidas por la pandemia.
Entre las víctimas del sangriento fin de semana se encuentra un joven de 16 años quien murió tras recibir un disparo en el vecindario de Washington Park al el sur de Chicago.
La policía dijo también que dos oficiales resultaron heridos mientras intentaban dispersar una gran reunión el domingo por la noche.
