Chicago da el último adiós al oficial caído en tiroteo del hospital Mercy

Una procesión acompañó el féretro rumbo a su sepelio en Des Plaines.

Cientos de agentes de la policía del todo el país se reunieron el lunes en Des Plaines para hacer acto de presencia y honrar la vida del oficial Samuel Jiménez,  una semana después de que fuera asesinado por un hombre armado en el hospital Mercy al sur de Chicago.

El cardenal Cupich presidió la misa funeraria de Jiménez en donde fungieron como oradores el gobernador de Illinois Bruce Rauner, el alcalde de Chicago Rahm Emanuel, acompañaos del el jefe de la policía de Chicago, Eddie Johnson, entre otros funcionarios públicos.

Más de 1,000 personas se reunieron en la Capilla de San José en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, donde Jimenez, de 28 años, su esposa y sus tres hijos pequeños asistían regularmente a misa.

A pesar de que una potente tormenta invernal causó cancelaciones y problemas en las carreteras, la ciudad y el departamento de la policía le dio su último adiós con altos honores luego de dar su vida para proteger al prójimo.

La familia de Jiménez, quien creció en el vecindario de Portage Park, dijeron que siempre lo recordarán como un esposo, padre y héroe que murió luchando por lo que creía y por salvar a otros.

El oficial siempre soñó con hacer el bien y dejar un legado de servicio, dijo su prima María Nina Salgado.

"Mi héroe. Siempre fue mi héroe desde que era unaniña. Siempre fue mi mano izquierda ayudándome, siempre estaba allí... no como un primo sino como un hermano mayor". 

Cabe señalar que la administración del hospital Mercy ha creado un fondo para recolectar donaciones a benefico de las familias de las víctimas.  

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