“Gritos de auxilio son de Zimmerman”

Miami - Varios amigos de George Zimmerman que testificaron en el juicio contra este por la muerte en 2012 en Florida del adolescente negro Trayvon Martin respondieron rotundamente que los gritos que se escuchan en una grabación son los del ex vigilante de barrio voluntario. El jurado, compuesto por seis mujeres, escuchó las declaraciones de cuatro amigos de Zimmerman, quienes afirmaron que la grabación telefónica que recoge los gritos que se escuchan en la llamada que una vecina hizo al 911 (línea de atención policial), para alertar sobre la reyerta en la que Martin perdió poco después la vida, son los del vigilante. La primera persona en comparecer en un tribunal de la pequeña población de Sanford (centro de Florida) fue Sondra Osterman, antigua compañera de trabajo de Zimmerman, quien se mostró convencida de que los gritos y voces que se oyen en la grabación fueron proferidos por su amigo. "No hay duda de que es Georgie (George Zimmerman). Le escucho gritar", dijo a preguntas de la defensa, además de reconocer la voz de este en la llamada de no urgencia que el exvigilante efectuó para alertar de la presencia de un sospechoso en la urbanización por donde patrullaba. Luego subió a declarar al estrado Mark Osterman, marido de Sondra Osterman, amigo íntimo de Zimmerman y autor de un libro en el que defiende la inocencia del acusado de asesinato en segundo grado. En una comparecencia pasada Osterman declaró que su amigo le había dicho, tras salir de la estación de policía donde había declarado la noche del fatal suceso, que Martin intentó arrebatarle la pistola durante la pelea en que se enzarzaron. También testificó otra amiga de Zimmerman, Leanne Benjamin, quien, al igual que Sondra Osterman, no dudó al afirmar que los gritos que se oyen en la grabación correspondían al exvigilante voluntario, quien de ser declarado culpable de asesinato en segundo grado podría afrontar una condena de 25 años de cárcel o cadena perpetua. Benjamin apuntó que reconoció la voz de Zimmerman en el audio porque ya le había oído gritar en ocasiones anteriores, aunque dijo a la Fiscalía que nunca antes había escuchado la voz de Martin, de 17 años, quien murió de un tiro a quemarropa en la urbanización de Sanford por donde patrullaba Zimmerman. Especialmente contundente fue la declaración del marido de Benjamin, John Donnelly, exmédico en la guerra de Vietnam, quien, según dijo, desarrolló sus habilidades para reconocer y distinguir gritos y voces durante su servicio en ese país asiático. "No tengo la menor duda de que es George Zimmerman", dijo Donnelly en referencia a los gritos pidiendo ayuda que se escuchan en el audio citado poco antes de que el muchacho desarmado falleciera de un tiro en el pecho.

El exvigilante voluntario ha mantenido siempre que disparó en defensa propia contra Martin, quien regresaba, por la noche, a la casa de la pareja de su padre y caminaba por la urbanización de la población de Sanford con la capucha de la sudadera puesta, lo que despertó las sospechas de Zimmerman. Pero la Fiscalía sostiene que Zimmerman, de madre peruana, disparó al muchacho desarmado "porque quiso, a sangre fría" y que lo hizo influido por su "perfil" (no utilizó el término "perfil racial" porque el tribunal ha prohibido su uso) y no en defensa propia. "Cuando Zimmerman vio a Trayvon, según explicó la Fiscalía en una audiencia pasada, "no vio a un adolescente caminando hacia su casa"; en lugar de eso le identificó como "alguien que iba a cometer un crimen en el vecindario y actuó contra" el muchacho, "y por eso estamos aquí", dijo. De manera que la grabación telefónica que recoge las voces y gritos que se escuchan en la llamada que una vecina hizo a la línea de atención policial para alertar sobre la reyerta se ha convertido en uno de los ejes del testimonio de ambas partes. Sybrina Fulton, madre de muchacho negro, declaró el viernes pasado que los gritos que se oyen en la llamada a la policía son los de su hijo pidiendo ayuda. Fulton reiteró en su declaración jurada lo que ya había expresado desde que comenzó este caso que ha conmocionado a EE.UU. y convertido este proceso judicial en uno de los más mediáticos de los últimos años en el país: que los gritos que se escuchan en la grabación pidiendo ayuda son los de su hijo menor. La versión de Zimmerman sobre su actuación en defensa propia se fundamenta en que Martin le pegó un puñetazo en la nariz, le empujó y, al caer al suelo, el muchacho se sentó a horcajadas sobre él y comenzó a golpearle y sacudir su cabeza contra el suelo.

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