Jaime Cabrera, un joven guatemalteco, tuvo el honor y privilegio este Viernes Santo de personificar a Jesucristo ante miles de fieles que acudieron como todos los años al Viacrucis de Pilsen.
Familias enteras acompañaron el recorrido de las estaciones de la cruz siendo testigos de una de las representaciones de la Pasión de Cristo más concurridas en Estados Unidos.
Este año el clima cooperó al registrarse una temperatura de cerca de 50 grados sin lluvia. En otros años, el frío ha sido un reto para la multitud que sigue paso a paso el trayecto por las calles del barrio de Pilsen.
Jaime Cabrera, quien representó el papal de Jesucristo este año, relató a Telemundo Chicago que la experiencia le ayudó personal y espiritualmente.
“Me ha ayudado a descubrir más quién soy; conocer mi fe y fortalecerla”, afirmó Cabrera quien se estuvo preparando durante la Cuaresma.
El Viacrucis concluyó con la crucifixión en la que Cabrera fue puesto en una cruz por voluntarios vestidos de centuriones ante la mirada atónita de cientos de fieles.
