Republicanos buscan “fraude”

DENVER - Funcionarios electorales republicanos que prometieron erradicar el fraude en las elecciones 2012, por parte de votantes extranjeros han encontrado hasta el momento poca evidencia de que sea un problema generalizado. Los funcionarios locales en los estados más disputados, cruciales en las elecciones presidenciables de noviembre, han encontrado apenas una pequeña fracción de los votantes ilegales que inicialmente sospechaban que existían en las boletas de elecciones de 2012. Los escrutinios realizados en Colorado y Florida han arrojado cifras que equivalen a menos de la décima parte del 1% de todos los votantes registrados en cualquiera de esos estados. Los demócratas dicen que los escrutinios son una pérdida de tiempo y que, peor aún, podrían privar del derecho al voto a los ciudadanos que sí lo tienen y que son objeto de esas revisiones. "Me parece ofensivo que me estén exigiendo hacer más que a cualquier otro ciudadano para demostrar que puedo votar", dijo Samantha Meiring, de 37 años, votante de Colorado que inmigró desde Sudáfrica y se convirtió en ciudadana estadounidense en 2010. Meiring estaba entre los 3,903 votantes registrados que recibieron el mes pasado cartas de la oficina del secretario de Estado de Colorado que ponían en duda su derecho al voto. Según sus críticos, es especialmente diciente que los esfuerzos se concentran en los estados sin tendencia definida, de Colorado a Florida, donde ambos partidos políticos y las campañas presidenciales vigilan cada voto. Y en Colorado, la mayoría de los que recibieron cartas son demócratas o no están afiliados a un partido. En Florida la historia es similar. Los republicanos argumentan que el fraude electoral no es un asunto menor, incluso si los casos son pocos, cuando algunas elecciones se deciden por cientos de votos. "Tenemos vulnerabilidades reales en el sistema", dijo el secretario de Estado de Colorado Scott Gessler, un republicano elegido en 2010 y que se está haciendo un nombre al insistir en la cuestión. "No creo que uno deba decir que el cielo se está cayendo, pero al mismo tiempo, tenemos que reconocer que tenemos una grave vulnerabilidad". Los diferentes puntos de vista subrayan la brecha entre los partidos: ¿son las marginales cifras de fraude electoral la evidencia de que existe un problema? ¿O muestran que el sistema de registro electoral funciona?

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Colorado

El año pasado, Gessler calculó que 11,805 extranjeros estaban incluidos en el padrón electoral del estado. Después de que su oficina envió cartas a 3,903 votantes registrados en las que ponía en duda su estatus, el número de no ciudadanos actualmente se ubica en 141, luego de efectuar cotejos con una base de datos federal de inmigración. De los 141, Gessler dijo que 35 han votado en el pasado. Los 141 son el 0,004% de los cerca de 3.5 millones de votantes del estado. La cifra podría ser incluso menor. La Oficina de Registro de Denver, que tenía registros de ocho de los 35 electores que votaron en el pasado, hizo su propia verificación y encontró que esas ocho personas parecen ser ciudadanos. Kevin Biln, un residente del condado de Adams en la lista de cuestionables, dijo que no sabía que estaba registrado y sostiene que nunca ha votado. Otra votante en la lista, Erica Zelfand, originaria de Canadá, dijo que es una ciudadana estadounidense que ya no vive en Colorado. Robert Girón dijo que estaba furioso de que la hija de 20 años de edad que adoptó en México apareció como si hubiera votado ilegalmente. Dijo que fue a la oficina de registro de Denver con su pasaporte estadounidense y otros documentos para probar que tiene derecho a votar. Para Pam Anderson, la secretaria y magistrada municipal del condado de Jefferson, en los suburbios de Denver, la investigación demuestra lo que ya ha sido su experiencia: Los casos de no ciudadanos en las listas son extremadamente inusuales. Anderson dijo que la lucha entre los partidos políticos por la percepción de fraude electoral también tiene consecuencias menos tangibles. "Impacta en la confianza del pueblo en las elecciones, que es extraordinariamente importante", dijo.

Florida El escrutinio en Florida empezó después de que la División Electoral del estado dijo que hasta unos 180,000 votantes registrados no eran ciudadanos. Al igual que en Colorado y otros estados, Florida utilizó la información de la licencia de conducir, la cual mostraba que la gente en el padrón electoral en algún momento mostró pruebas de no ciudadanía, como una green card, el documento que corrobora el estatus de residencia permanente en Estados Unidos. Posteriormente, Florida redujo el registro de sospechosos de no ser ciudadanos a 2,600 y descubrió que 207 de ellos no eran ciudadanos, según el cotejo con la base de datos federal llamada Sistema de Verificación de Extranjeros para Derechos Ciudadanos (SAVE, por sus siglas en inglés). El sistema rastrea a quien es un residente legal con derecho a recibir prestaciones gubernamentales. De los 2,600 marcados inicialmente como posibles no ciudadanos, un 38% eran votantes sin filiación política y 40% eran demócratas, según un análisis del periódico The Miami Herald. El estado tiene más de 11.4 millones de votantes registrados, por lo que 207 representan apenas el 0,001% del padrón. El secretario de Estado de Florida, el republicano Ken Detzner, dijo en un comunicado que la iniciativa "ya está probando ser un proceso exitoso para identificar votantes registrados de manera ilegal", que según él es un punto crucial en un estado donde la elección presidencial de 2000 se decidió por 537 votos.

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