La procuradora del Estado, Lisa Madigan lanzó una demanda contra una empresa de reparaciones acusándola de engañar a cinco residentes de Chicago por más de 58,000 dólares. Entre las víctimas habían un jubilado sufriendo de Alzheimer y un pastor de una Iglesia local. “Es la gente en mayor situación de debilidad quién termina siendo víctima de estas estafas. Es indignante,” dijo Madigan a la NBC de Chicago. La demanda es contra Rafael Martinez, el dueño de la empresa de reparaciones Abiel, con base en Chicago. La empresa se promocionaba puerta a puerta y tomaba pagos por adelantado de los dueños de las viviendas para luego no hacer los trabajos o hacerlos deficientemente. Una de las quejas más indignantes contra el encargado de la empresa viene por parte de Shirley Williams, una propietaria de Chicago, que afirma que tras negarse ella a darle más dinero, él se lo solicito numerosas veces a su marido –que sufre Alzheimer- y así lo obtuvo. “No sé cómo hace para dormir por las noches, pero si puedo decir que yo tuve varias noches sin poder pegar un ojo,” dijo Williams. Su hija, Hattie Williams, retuvo la suma exacta de dinero que le pagaron a la empresa: 20,932 dólares. “¡Y nunca hicieron nada!,” dijo incrédula. Los Williams dicen que Martinez dañó su casa, averiando la línea de gas al reparar las cañerías de agua de la cocina. La empresa lo niega, pero la empresa de gas inspeccionó la línea y confirmó una seria fuga de gas. Tras hacer pagos por adelantado por 20,000 dólares a Martinez la familia tuvo que pagar unos 5,000 dólares adicionales a otra empresa para que termine las reparaciones que Abiel dejó inconclusas. La denuncia cita también la queja del pastor James Myvett de la Iglesia Baptista de San Lucas en Maywood. El reverendo contrató a Martinez para renovar el exterior de la iglesia y reparar su techo. El pastor dice que Martinez lo engañó con un discurso emocional: “Me dijo que el Señor lo había enviado a él como una bendición para la iglesia”. Luego Martinez le pidió 3,000 dólares para las reparaciones pero nunca completó el trabajo, obligando a la iglesia a contratar a una nueva empresa para reparar los daños. Myvett dice que costó 7,430 dólares adicionales terminar el proyecto. La oficina de la fiscal está buscando una condena para la empresa así como una restitución para los consumidores afectados. A su vez, reclama a la corte que se prohíba definitivamente que Martinez siga trabajando en el negocio de la reparación en Illinois.
