NUEVA YORK - Varios iraníes expertos en informática fueron acusados por el Departamento de Justicia de EEUU por presuntamente realizar ataques cibernéticos contra instituciones bancarias estadounidenses y una represa de Nueva York.
El FBI reveló este jueves las imágenes de siete sospechosos cuyos nombres salieron a relucir en las acusaciones relacionadas con los ataques.
El Departamento de Justicia identificó a los siete acusados como Ahmad Fathi, de 37 años; Hamid Firoozi, de 34; Amin Shokohi, de 25; Sadegh Ahmadzadegan, de 23; Omid Ghaffarinia, de 25; Sina Keissar de 25; y Nader Saedi de 26.
Los implicados trabajaban para entidades de seguridad privadas que laboraban para el gobierno iraní, según las autoridades. Según el Departamento de Justicia, los sujetos eran empleados de las compañías ITSecTeam (ITSEC) y Mersad Company (MERSAD), ambas con sede en Irán y que supuestamente actuaron en nombre del Gobierno de Irán y, en concreto, de la Guardia Revolucionaria, el cuerpo militar más grande del país persa.
El director del FBI, James Comey, dijo que los sospechosos están fuera del alcance de la justicia mientras estén en Irán, pero las acusaciones servirán para detenerlos si intentan viajar.
A través de estos ataques, los servidores informáticos de 46 instituciones financieras registraron un tráfico más alto del usual durante 176 días, lo que provocó interrupciones en los servicios en línea y cientos de miles de estadounidenses no pudieron acceder a sus cuentas bancarias a través de Internet, detalló la fiscal general de EE.UU., Loretta Lynch.
En los ciberataques, el gobierno iraní habría tomado el control de cientos de computadores y servidores, causando un congestionamiento cibernético que provocó que los mismos no recibieran tráfico legítimo.
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Estos ataques, realizados entre los años, 2011, 2012 y 2013, también habrían provocado que cientos de usuarios no tuvieran acceso a sus cuentas de banco y pérdidas millonarias a negocios.
Entre los bancos afectados figuraran Bank of America, la bolsa de valores New York Stock Exchange, Capital One, ING y PNC Bank, de acuerdo a los documentos de la corte.
Los piratas informáticos iraníes lograron acceder en 2013 al sistema de control de una pequeña presa cerca de Nueva York, según publicó el diario The Wall Street Journal, y el cual cuestionó la seguridad de las infraestructuras estadounidenses.
Citando a varios funcionarios y expertos, el periódico detalla la infiltración, que no fue hecha pública por las autoridades, pero que fue abordada al más alto nivel.
Según la información, los piratas informáticos supuestamente accedieron a la instalación a través de un módem celular y no llegaron a operar la presa, un pequeño mecanismo utilizado para controlar inundaciones cerca de la localidad de Rye, próxima a Nueva York.
La inteligencia estadounidense detectó la intrusión mientras verificaba ordenadores que podían estar vinculados a una serie de ataques contra empresas del país, supuestamente llegados desde Irán después de que espías de EEUU dañasen una planta nuclear del país persa con un virus informático, explica The Wall Street Journal.
Más allá del objetivo, de no mucha importancia, el diario destaca que el caso ilustra las posibles vulnerabilidades de sistemas informáticos que controlan infraestructuras estadounidenses.
