Un nuevo reporte de los expertos independientes que investigan la desaparición de 43 normalistas en Iguala, México, indica que nunca hubo un incendio en el basurero de Cocula, tal y como dijeron las autoridades.
Las autoridades mexicanas revisaron cada rincón del basurero en busca de pistas, lo sobrevolaron una y otra vez, pero los expertos independientes fueron más allá y desde el espacio exterior encontraron las respuestas que sepultarían la llamada verdad histórica.
El entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo el 7 de noviembre de 2014 que los 43 jóvenes de Ayotzinapa habían sido incinerados en el basurero de Cocula e incluso presentó los supuestos testimonios de quienes lo habían hecho.
Pero un año después, el grupo interdisciplinario de expertos independientes asegura que diversas fotografías satelitales a las cuales tuvieron acceso demuestran que la noche en cuestión no hubo un incendio en dicho lugar.
El grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo este lunes que los recientes resultados de un centro de meteorología y las imágenes satelitales refuerzan la teoría de que los jóvenes, o parte de ellos, no fueron quemados en el basurero de Cocula.
Según lo encontrado en estas imágenes, ese día se registró un fuego intenso en el territorio de Guerrero, pero las coordenadas no corresponden al punto donde está el basurero.
Según el grupo, dichas imágenes demuestran que la noche en la que desaparecieron los estudiantes, del 26 al 27 de septiembre de 2014, solo hubo un punto de incendio en el estado de Guerrero, que no fue en Cocula, y un estudio elaborado por un centro de meteorología probó que ese día llovió en Iguala.
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"No hubo ningún incendio en Cocula, las imágenes satelitales captaron todos los incendios diurnos y nocturnos y no hubo ningún incendio en la zona de Cocula", expresó la colombiana Ángela Buitrago al presentar en la capital mexicana los avances de la investigación del caso.
Los expertos independientes indicaron que este nuevo hallazgo en nada cambia el hecho de que los jóvenes desaparecieron bajo la complicidad de la policía, pero si abre una nueva línea de búsqueda en este caso.
Con la ausencia de los padres de los normalistas, los investigadores extranjeros exigieron además que se interrogue de nuevo a los soldados, pues creen que ellos podrían tener oculta información sobre el paradero de los ausentes.
Reunidos en la Sierra de Guerrero, los familiares de los desaparecidos se congratularon con el descubrimiento, pues renovó su esperanza de encontrar con vida a sus muchachos.
