Palacio de Kensington viste de gala

El palacio de Kensington, que ha sido renovado, reabre la próxima semana sus puertas al público con la exposición de cinco vestidos de gala de la fallecida Diana de Gales y una muestra sobre la vida de la reina Victoria.

El histórico edificio se podrá ver a partir del 26 de marzo tras permanecer cerrado durante dos años para ser sometido a trabajos de restauración, que han terminado este año para el Jubileo de Diamantes, los 60 años de la llegada de la reina Isabel II al trono.

Construido en 1605 y adquirido por el rey Guillermo III en 1689, el palacio de Kensington, adyacente a Hyde Park, fue residencia de varios miembros de la realeza, entre ellos la princesa Margarita, hermana de Isabel II, y la princesa Diana, que vivió con sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique.

Algunos de los vestidos de Diana de Gales enseñados a la prensa no se habían exhibido nunca desde que la princesa los vistiese y recuerdan momentos importantes en su vida pública.

Entre ellos destaca el famoso vestido negro sin tirantes, del diseñador británico Emanuel, que Diana vistió en 1981 el día de su compromiso oficial con el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra.

Otros dos fueron obra de la diseñadora francesa Catherine Walker, la modista favorita de Diana de Gales: uno de color marfil y un segundo en tonos fucsia y púrpura.

La muestra también incluye un elegante vestido de cóctel, de seda negra, diseñado por Gianni Versace, que la princesa llevó a la premier de la película "Apollo 13" en Londres, así como un vestido de cóctel blanco y negro que Diana lució en múltiples ocasiones.

El palacio invita también a recorrer la vida de la reina Victoria (1819-1901), la monarca que más años ocupó el trono británico, a partir de una exposición de más de 300 objetos personales y una selección de fragmentos de sus diarios.

Con el título "Victoria Revealed" (Victoria revelada), la muestra rememora su llegada al palacio con pocos años de edad, su primera cita con el príncipe Alberto (1819-1861), que se convertiría en su marido, la boda de ambos y el fallecimiento temprano del rey, que sumió a la soberana en un luto de por vida.

La exposición permite profundizar en "la infancia aislada de la Reina en el palacio de Kensington, su rol como esposa y madre y la interacción constante entre su vida familiar y su papel como soberana de un imperio", explicó la comisaria de la muestra, Deirdre Murphy.

Entre las modificaciones realizadas en los últimos dos años, que han supuesto un coste de 12 millones de libras (unos 14.5 millones de euros), destacan la restauración de una estatua de la reina Victoria y la reestructuración de los jardines adyacentes para crear una gran entrada desde el estanque Round Pond.

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