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Pritzker emite proclamación de desastre para el condado Cook tras inundaciones severas

La proclamación, que entró en vigor inmediatamente, permitirá a los gobiernos locales un mayor acceso a los recursos estatales y al personal de emergencia que pueden ayudar en los esfuerzos de respuesta y recuperación.

Telemundo

El gobernador J.B. Pritzker emitió una proclamación de desastre este martes para los condados de Coles, Cook, Edgar, Hancock, McDonough, Morgan, Sangamon y Washington debido al tiempo severo, inundaciones, tornados y derecho que ocurrieron entre el 29 de junio y el 4 de julio.

La proclamación, que entró en vigor inmediatamente, permitirá a los gobiernos locales un mayor acceso a los recursos estatales y al personal de emergencia que pueden ayudar en los esfuerzos de respuesta y recuperación.

“Muchas comunidades de Illinois sufrieron grandes daños debido a las lluvias torrenciales y el tiempo severo de la semana pasada”, dijo el gobernador Pritzker. “Para apoyar a los afectados en todo el estado, firmé una proclamación de desastre para movilizar todos los recursos disponibles, acelerar el proceso de recuperación y brindar alivio a nuestros residentes. Quiero agradecer a IEMA-OHS por su coordinación continua”, agregó.

Desde el 29 de junio, varias rondas de tormentas severas pasaron por Illinois produciendo fuertes lluvias, inundaciones repentinas, granizo, tornados y vientos en línea recta.

El centro de Illinois experimentó un derecho que trajo vientos dañinos en línea recta que resultaron en cinco tornados confirmados, junto con ráfagas de viento de más de 100 millas por hora en varios condados. Los tornados y los vientos en línea recta generaron grandes cantidades de escombros que afectaron a propietarios de viviendas, empresas, servicios públicos y gobiernos locales. Las tormentas también causaron interrupciones en el transporte debido a inundaciones repentinas y escombros en las carreteras, según detalló la oficina de Pritzker.

Y luego el 2 de julio, tormentas severas adicionales arrojaron lluvias significativas, incluidos totales localizados de más de ocho pulgadas de agua en un corto período de tiempo, lo que provocó inundaciones repentinas en el área de Chicago y sus alrededores. Las tormentas también derribaron numerosos árboles y provocaron apagones generalizados en el norte de Illinois.

Además, el calor y la humedad hicieron necesaria la apertura de refugios y otros lugares públicos que fueron habilitados como centros de enfriamiento.

Según los informes recibidos por IEMA-OHS, los recursos y capacidades locales en las comunidades afectadas por estas tormentas se han agotado y se necesitan recursos estatales para responder y recuperarse de los efectos de las tormentas severas.

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