Donald Trump es el factor clave del debate

Donald Trump es el factor clave del debate

WASHINGTON - Todavía falta más de un año para las elecciones presidenciales en EEUU y seis meses para que los estados más madrugadores empiecen a votar en las primarias del Partido Republicano, y sin embargo el primer debate ha despertado un interés inusitado por el efecto Donald Trump.

El magnate inmobiliario, uno de los últimos aspirantes en oficializar su candidatura (no lo hizo hasta el 16 de junio), ha revolucionado las primarias de tal manera que, además de liderar por un amplio margen todas las encuestas, ha despertado un interés insólito a estas alturas del proceso electoral.

[Tema relacionado: Los diez republicanos que debatirán este jueves]

La gran mayoría de los medios en EEUU, incluidos los de tendencia conservadora, como la Fox o el Wall Street Journal, lO critican duramente en sus editoriales y columnas de opinión, lO tildan de "payaso" y vaticinan una y otra vez su "inevitable" caída, y sin embargo le dan una cobertura mediática sin parangón.

Un ejemplo muy significativo es el de The Washington Post, progresista y muy crítico con el magnate, pero que en su edición digital dedica un apartado a "Dónde ver el debate republicano. Es decir, dónde ver a Donald Trump", con una serie de locales en los que se proyectará el debate, que se celebrará en Cleveland, Ohio, a partir de las 21:00 hora local.

[Tema relacionado: Encuesta: mayoría de hispanos rechaza a Trump]

Aunque no es raro que en la capital de EEUU la gente se reúna en los bares para ver los debates presidenciales, eso es algo que suele ocurrir en la etapa final de las elecciones, cuando ya sólo quedan un candidato demócrata y otro republicano que debaten entre sí.

Por ello, el Post trata de justificarse y, al acceder a la noticia, el titular cambia a "Dónde ver el debate de las primarias republicanas del jueves si realmente no tienes nada mejor que hacer", seguido por un insistente recuerdo al lector de que "quedan 460 días para las elecciones" y de que es "un jueves de agosto a 27 grados de temperatura".

El rotativo propone "salir a tomar una cerveza al jardín", "probar un restaurante nuevo", "leer la novela del verano" e "ir a ver una película al aire libre" como alternativas a ver el debate, pero, pese a ello, termina ofreciendo la lista de bares en los que seguirlo, es decir, en los que seguir a Trump.

[Tema relacionado: Los precandidatos republicanos a la presidencia]

Las tertulias políticas de las televisiones hace semanas que ocupan la mayor parte de sus minutos en hablar del magnate inmobiliario, y la CNN publica en su portal digital un extenso escrito sobre qué deben hacer el resto de candidatos republicanos para "enfurecer" a Trump.

The New York Times, por su parte, también centra su información previa al debate en la figura de Trump, al que acusa de no tener posiciones políticas definidas y plantea que puede tratarse "del primer candidato de la post-política".

Pase lo que pase en el debate, el multimillonario neoyorquino ya ha revolucionado la campaña, tanto por el enorme interés que ha despertado entre el público y en los medios, como por el probable efecto que ello ha tenido sobre sus contrincantes, que se han visto obligados a tratar de llamar la atención.

[Tema relacionado: Trump y Biden le ponen sal a la campaña]

Este lunes, el senador por Texas y rival de Trump en las primarias, Ted Cruz, colgó un video en la red en el que enseña a cocinar tocino para el desayuno "al estilo texano".

Para ello, enrolla una tira de tocino alrededor del cañón de un rifle automático que luego procede a disparar varias veces contra una diana.

Al terminar la sesión de disparos, el tocino se encuentra cocinado a causa del calor del cañón, y Cruz se come un trozo con una gran sonrisa en la cara por la satisfacción que le produce lo que él mismo califica de "tocino de ametralladora".

También otro rival de Trump en las primarias, el senador por Kentucky Rand Paul, colgó la semana pasada un video poco convencional, en el que el político libertario aparece frente a montones de papeles (según él, 70,000 páginas) correspondientes al código tributario de EEUU.

Para deshacerse de ellas (Paul propone cambiar de arriba abajo, reducir y simplificar al máximo la fiscalidad), las quema, las arroja a una máquina e incluso las corta por la mitad con una sierra eléctrica.

[Tema relacionado: Trump deportaría a todos y los “buenos” retornen]

Contáctanos