En plena plaza Olvera, unas trabajadoras de ensambladoras o maquiladoras se bajaron la falda para mostrar la humillación de usar pañales. Las mujeres llamaron a su exjefe, quien estaba como público de Caso Cerrado, y lo retaron a "ponerse los pantalones" y enfrentar los cargos por abuso laboral al que alegan fueron sometidas en su empresa. Estas denuncias parecen ser un reflejo de las vejaciones a las que son sometidos algunos indocumentados en Estados Unidos por la necesidad de sostener a sus familias.
