El ayuno se utiliza desde hace siglos como una forma de purificación tanto física como espiritual, ya que permite al cuerpo liberarse de las cargas de estrés y aditivos agregados a los alimentos y recuperar la salud del cuerpo y la paz interior.
Llevándolo a cabo adecuadamente, se pueden percibir sus beneficios tanto si se realiza una semana como durante 40 días.