Pasó el fin de semana largo para conmemorar el 4 de Julio y, junto con la celebración, llegó también una serie de concursos de comedores de todo tipo de alimentos, que han cobrado gran popularidad pese a que quienes participan podrían estar poniendo en riesgo su salud.
De acuerdo con una publicación en la revista Time sobre los efectos en la salud que pueden desarrollar los comedores competitivos, aún no están claras las consecuencias de esa práctica aunque sí hay evidencia de que los participantes, sobre todo los campeones habituales, expanden sus estómagos más allá de su tamaño normal.
La publicación indica que médicos de la Universidad de Pennsylvania, en colaboración con National Geographic, estudiaron lo que ocurre en el estómago de los participantes en estas pruebas; para ello conformaron dos grupos: uno, de comedores competitivos y, otro, de personas con buen apetito.
Tras 12 minutos en los que comieron todos los hot dogs que pudieron, los médicos comprobaron que los estómagos de los participantes más competitivos estaban distendidos, ocupaban la mayor parte de la zona abdominal y estaban prácticamente paralizados, es decir, sin movimientos que indicaran que estaba en marcha el proceso digestivo.
Historias Destacadas
Los médicos consideran que para comer la cantidad de alimentos que logran ingerir en tan corto tiempo, los competidores pasan largo tiempo de “entrenamiento”, lo que los lleva a agrandar sus estómagos con consecuencias aún no evaluadas.
Por lo pronto, advierten que este tipo de competencias deben realizarse en presencia de médicos calificados, ya que si después de un tiempo prudente el estómago sigue distendido y sin movilidad, el participante puede experimentar náuseas o vómito incontrolable y, en casos extremos, requerir una cirugía urgente: una gastrectomía parcial, para intentar que el órgano vuelva a su funcionamiento normal.
Mientras los médicos obtienen más evidencia sobre las consecuencias de estos concursos, quizá sería conveniente que los organizadores empezarán a pensar en otro tipo de actividades que resulten igual de populares, pero que no representen un riesgo para la salud de los participantes.
