¿Por qué las mujeres no consiguen el trabajo que quieren?

¿Por qué las mujeres no consiguen el trabajo que quieren?

Es un hecho que cada enero miles de profesionistas, hombres y mujeres, inician la búsqueda de empleo; ya sea porque no lo tienen o porque lo tienen y quieren mejorar,  y este fenómeno cíclico se traduce en un mercado saturado de oferta donde el llamado sexo débil lleva las de perder y no porque esté menos cualificada que sus competidores.
 
El tema es un asunto de forma de relacionarse y actuar más que de competencias profesionales. Analistas del sector laboral citan un informe interno de Hewlett Packard para explicarlo: los hombres buscan trabajo cuando sienten que reúnen el 60% de las calificaciones necesarias, pero las mujeres sólo se aplican si se sienten cumplen con el 100%, lo que las coloca en una posición de franca desventaja.
 
Cierto, no se trata de aplicar por aplicar o de presumir habilidades y calificaciones que no se tienen. Sin embargo, al descartarse porque se piensa que no se es experto en algo o que los requisitos solicitados para una vacante no se cumplen al 100 por ciento la mujer está dejando libre el camino para que llegue el más osado o el que sienta que puede aprender lo que le falta… una vez contratado.
 
Y es justo aquí donde se hace más evidente la diferencia de mentalidad entre hombres y mujeres, ya que los primeros se arriesgan y aplican para diversas vacantes, aunque no reúnan todos los requisitos, pensando que en una entrevista podrán demostrar que cuentan con las habilidades para el cargo pero también porque saben que en muchas ocasiones los requisitos que piden las empresas son como una carta a Santa Claus.
 
¿Qué significa eso? Simplemente que los empleadores diseñan el puesto pensando en un ideal, un profesionista perfecto que no existe, pero que permite establecer un parámetro para evaluar a los candidatos y elegir al que más se acerca, no al que reúne todo lo soñado.
 
Esta revelación debe ser una llamada de atención para las mujeres, para que entiendan que hasta ahora han jugado en desigualdad de circunstancias debido a ideas preconcebidas que resultan equivocadas. Y, a partir de ahora, pueden sentirse con mayor libertad para aplicar a las vacantes que deseen, aun cuando no reúnan los requisitos al 100 por ciento.
 
De esa manera lo que estarán haciendo será nivelar las condiciones de juego, al permitir que un mayor número de profesionistas mujeres sean evaluadas del mismo modo que sus colegas varones y, en una de esas, el empleo que sueñan será suyo.
 
¿Cómo ves? ¿Te animas a buscar una nueva oportunidad laboral este año?
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