Pequeños placeres para ser más feliz

La vida está llena de pequeños grandes momentos de felicidad. Sólo es cuestión de estar abiertos a disfrutarlos. Lamer la tapa del yogur, caminar descalza o beber una copa de vino tomando un baño de inmersión, cualquiera de las cosas que te encantan puede darte placer si la vives intensamente. ¡Haz que tu rutina sea lo que te hace feliz! Toma nota de estos consejos y aprovecha las fiestas para comenzar una vida llena de sonrisas.

La felicidad no está hecha de grandes cosas, de momentos inolvidables y cinematográficos, sino de la capacidad que tienes de disfrutar y saborear cada momento, por más mínimo que sea. La clave consiste en transformar la rutina, a fuerza de sonrisas, en algo placentero. Descubrir en nuestra vida aquellas cosas que nos gustan, que disfrutemos y que las realizamos sin prestarles atención.

1. Manos a la obra. Lo primero que debes hacer es confeccionar una lista de no menos de 20 cosas que te hacen feliz, desde grandes sueños a detalles minúsculos, fáciles de incorporar en tu rutina diaria. Piensa: ¿qué es lo que disfruto? ¿Una puesta de sol, dejarte mojar por la lluvia, el olor a sábanas recién lavadas, caminar sobre la arena, bailar en tu habitación con la música a todo volumen?

2. Adapta la lista. Esa lista será tu nueva biblia durante el 2012. Arma, entonces, un plan de acción: cuáles de esas cosas puedes añadir a tu día a día, qué deberías ir haciendo para alcanzar los grandes sueños y qué cosas no te hacen bien y deberías eliminar de tu rutina. No es tarea fácil, tómate tu tiempo.

3. Tu responsabilidad. Como mínimo, debe haber 4 cosas por día que te generen placer. Recuerda: mimarte, cuidarte, darte tus gustos no debe generarte culpa, ¡es tu responsabilidad! Si amas un buen masaje, un día de spa, viajar… hazlo sin dudar. Si te gusta que tu desayuno dure 1 hora mientras ojeas el periódico o si quieres leer todos esos libros que no tienes tiempo de agarrar, define qué deberías hacer para lograrlo.

4. La compañía. La felicidad siempre está relacionada con otras personas. Asegúrate de que en tu lista haya un lugar para jugar con tus hijos y estimularlos, ir al cine con tu pareja, salir con tus amigas, tomar un café con tu papá…

5. Un placer dinámico. Cada cierto tiempo es necesario actualizar la lista y tu rutina. Verás que las actividades y momentos que antes te generaban placer ahora no lo hacen. Ahí es cuando debes tomarte una tarde y volver a reflexionar. Ser feliz es como un músculo: a medida que lo vayas ejercitando será cada vez más grande y fuerte.

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