La atención de la salud dental es tan necesaria como costosa, y esa la principal razón por la que las personas postergan consultas y tratamientos. Según un estudio de Consumer Reports sobre la inversión que sus lectores hicieron en salud en los últimos cinco años, el 43% no podía pagar los costos odontológicos. Incluso aquellos con seguro de salud encontraban que no tenían cobertura para lo que necesitaban o ya habían superado el límite de sus planes sanitarios. Para aliviar esta situación, la organización te propone estrategias de reducción de costos: Buscar, regatear, negociar. Averigua los precios promedio aceptados por los seguros en tu área, y pide a tus proveedores de salud que acepten esos precios, o menores, en pago en efectivo. Considerar las alternativas de bajo costo. Hay centros comunitarios de salud que ofrecen atención por los honorarios que cada paciente pueda pagar. La desventaja es que puede haber largas listas de espera en estos centros. Conoce a través de tu departamento de salud local qué centros de este tipo existen en tu área. Intentar las opciones gratuitas. En las escuelas de odontología o de higiene dental, estudiantes supervisados atienden pacientes de manera gratuita. Consulta con la American Dental Association sobre estas escuelas. Apuntarse a servicios de descuento. Algunas redes de dentistas ofrecen membresías a bajo costo que te dan derecho a precios rebajados. En estos servicios, te conviene procurar que no te carguen costos adicionales o tratamientos que no necesitas. Con una pequeña investigación y algo de paciencia, podrás garantizarte una buena salud bucal por un costo que puedas pagar.
