Un reciente estudio sugiere que manejar estando enfermo de un resfriado es tan peligroso como manejar ebrio.
Una compañía de seguros británica condujo el estudio, por medio de simulacros de manejo con personas que sufrían de síntomas de resfriado y concluyó que dichos conductores presentaban reacciones retardadas, frenaban repentinamente y a menudo, estaban menos conscientes de su entorno y conducían erráticamente, en comparación con conductores sanos.
El estudio demostró una pérdida del 50 por ciento de la habilidad para conducir lo cual equivale al consumo de cuatro vasos dobles de whisky.
Un segundo estudio, llevado a cabo por la Universidad Cardiff en Gran Bretaña, confirmó los hallazgos de la compañía de seguros, asegurando que los conductores que están menos alerta, son tres veces más propensos a tener un accidente.
