HOUSTON – Diego es un niño de 12 años y, créalo o no, esta semana dio sus primeros pasos.
Este preadolescente nacido en Monterrey (México) sufre de una enfermedad llamada Osteogenesis o más conocida como el mal de “los huesos de vidrio”, el cual le genera una extrema debilidad ósea que, normalmente, impide, que la persona se pueda siquiera parar, ya que corre el alto riesgo de que sus huesos se quiebren.
Diego y su familia, tras los primeros diagnósticos en México que le daban mínimas posibilidades de recuperarse, decidieron buscar tratamiento físico en Houston, en el hospital Shriners, donde desde hace 7 años ha estado en tratamiento.
Diego acude a su tratamiento y su terapia cada cuatro meses y esta semana empezó a caminar.
“Allá me decían que no tenía cura, que no podía caminar, acá me han trabajado mucho en el dolor”, dice Diego con una cara de felicidad inocultable.
