Las cutículas, si no son bien cuidadas, son un dolor de cabeza cuando buscamos una manicura de portada. Sin embargo cortarlas no es lo más sano para nuestras uñas.
La cutícula es un protector natural que mantiene el agua, humedad y los organismos dañinos fuera de la uña, por lo tanto cortarla podría provocar decoloración, deformaciones o rugosidades en las uñas.
Una uña sin cutícula puede lucir muy bien, pero es el receptáculo perfecto para las bacterias que pueden provocarte infecciones tan fuertes que solo podrás sacar con la ayuda de un especialista y antibióticos.
¿Pero como lucir unas manos y uñas aseadas sin correr riesgos de infecciones?
Muy simple, en vez de cortar la cutícula, empújala hacia atrás después de la ducha. El agua caliente suaviza la cutícula facilitando puedas empujarla.
Utiliza hidratante de cutícula y crema para manos para mantenerlas hidratadas y evitar la aparición de los molestos “padrastros”.
Y no olvides tomar agua, mantener una buena hidratación mantiene un piel sana y por lo tanto unas uñas sanas.
