Hacerse cirugías es cada vez tan común como perforarse las orejas, como tan bien se han vuelto más populares entre los adolescentes. Jóvenes que están inconformes con su nariz, sus orejas o su busto ahorran dinero o las piden a sus padres como regalo de cumpleaños o graduación. ¿Pero convienen estas intervenciones quirúrgicas a tan temprana edad? Independientemente de la conveniencia o no, estas prácticas han crecido entre los adolescentes de entre 13 y 19 años, alcanzando más de 236,000 en 2012, unas 17,000 más que en 2010, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos. Sicólogos advierten que se debe tener en cuenta que estas intervenciones no estén llenando un vacío, pues ello acarrearía graves problemas sicológicos en el futuro. Señalan que lo ideal es esperar al completo desarrollo del cuerpo y la suficiente madurez emocional, pues el problema de hacer cirugías puramente estéticas es que el cuerpo va cambiando y a lo mejor tienen que corregirse más tarde con una nueva intervención, lo que además equivale a un nuevo gasto económico.
