Pocas cosas te pueden dejar más agobiada que ver a una amiga sufrir en una relación con una persona violenta. Es una situación de mucha impotencia, dónde es difícil tener las ideas claras y el valor para hablar del tema y ayudarla. Además, en muchas ocasiones ni tu propia amiga es capaz de aceptar la situación.
Ves síntomas evidentes de que tu amiga lo está pasando mal: Está estresada, con ansiedad, temerosa y deprimida. Su pareja cree que ella le pertenece y ejerce un control psicológico enfermizo sobre sus libertades. Incluso, quizás, has visto secuelas de violencia en el cuerpo de tu amiga y tienes serias suposiciones de que el abuso es también físico.
El Departamento de Salud de los EE.UU. ofrece una serie de consejos para que puedas ayudar a aquellas amigas que lo necesiten.
Detecta los síntomas de abuso
- Actitud controladora. Su pareja chequea sus correos y mensajes. Controla sus horarios de entrada y salida e incluso decide a quién puede ver o no. Tu amiga se está alejando por su culp de sus amistades.
- Abuso físico. Marcas o lastimaduras ocasionadas por su pareja. Debes estar atenta ya que las personas golpeadas tienden a ocultarlas todo lo posible.
- Abuso psíquico. Ver que su pareja la insulta en público o la trata de manera humillante. Poco a poco la amiga que conociste se transforma en una sombra de lo que fue.
Busca ayuda en instituciones
Es muy probable que cerca de ti haya oficinas para la protección de la mujer o líneas de ayuda a víctimas de la violencia que te puedan ser útiles. Contacta con los expertos. Ellos están habituados a manejar este tipo de casos y te darán consejo sobre como abordar el tema con tu amiga y también te ayudarán a resolver detalles prácticos en caso de que ella quiere romper con su pareja y mudarse.
Historias Destacadas
Una vez que te asesoraste es importante que propongas a tu amiga tener una charla. Intenta que sea en un lugar relajado y sin la presencia de su pareja en las inmediaciones. Ten preparada una lista mental de todas las cosas que ves tú desde afuera y que te hacen ruido: malos tratos, falta de libertad, agresividad de su pareja, etc. Explícale de manera clara los motivos de tu preocupación.
Intenta averiguar, si tu amiga se atreve a decirlo, cómo funciona la relación y si él está abusando física y psicológicamente de ella: amenazas si ella le deja, violencia sexual, control sobre sus decisiones, etc. Trata de hacerle ver que esta no es la manera en que ella se merece ser tratada. Explícale que lo que le sucede no es menor y que debe tomar conciencia de la necesidad de cambiar antes de que las cosas se pongan peores.
Si tu amiga agradece tu preocupación pero se mantiene reacia a dejarlo entonces no te enojes con ella. Mantén la puerta abierta. Es posible que dentro de poco vuelva a ti para solicitar ayuda. De todas formas si notas síntomas visibles de violencia física puedes llamar a las autoridades.
Tracen juntas un plan de acción
El miembro violento de la pareja puede volverse altamente inestable y peligroso si es consciente de que tu amiga le puede dejar. Tienen que planear antes un lugar para que ella se aloje y maneras concretas y prácticas de gestionar la separación. La ayuda de un consejero experto en violencia doméstica puede ser vital en esta situación.
Si quieres más información y contactos para resolver estas delicadas situaciones haz clic aquí (está en inglés), es el link a la web del Departamento de Salud y Servicios Sociales.
