Funcionarios de Illinois anunciaron que los preparativos de seguridad han comenzado después de que partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron este miércoles en el Capitolio y se enfrentaron a agentes de policía.
La Oficina de Manejo de Emergencias y Comunicaciones, junto con otros departamentos de seguridad pública de Chicago, indicó que están preparados para tomar medidas de protección en caso de que surja un problema.
"En este momento, OEMC no tiene conocimiento de actividad en Chicago relacionada con las protestas en la capital de nuestra nación, y anticipamos que la ciudad de Chicago permanecerá en paz", señaló OEMC en un comunicado.
La OEMC agregó que está preparada para mantener la seguridad comercial y de los vecindarios "en caso de cualquier incidente".
El gobernador J.B. Pritzker ordenó a la Policía Estatal de Illinois que aumentará la seguridad alrededor del Capitolio en Springfield.
"La Guardia Nacional y la Policía Estatal están en constante comunicación con sus contrapartes en Illinois y en otros estados para monitorear la actividad y cualquier amenaza", dijo la oficina de Pritzker en un comunicado.
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Pritzker dijo que estaba "molesto" ante los acontecimientos.
"Esta violencia es aborrecible y no tiene nada que ver con lo que los fundadores imaginaron para esta nación", escribió Pritzker en Facebook. "La transición pacífica del poder es la base de nuestra democracia. Es sagrada y debe ser protegida".
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, instó a todos los funcionarios dentro del edificio a mantenerse seguros.
"No puedo creer lo que está sucediendo en Washington DC en este momento", tuiteó. "El presidente Trump y sus facilitadores incitaron esta violencia. Es una vergüenza para todos los funcionarios electos en el Congreso y en otros lugares que fomentaron esta insurrección antidemocrática por parte de extremistas. Esto no es democracia. Es una vergüenza".
Tanto los funcionarios de la ciudad como del estado dijeron que están monitoreando de cerca la violencia en Washington D.C. y están preparados para cualquier problema en Illinois.
Los congresistas, que estaban en una sesión conjunta para confirmar los votos en el Colegio Electoral que ganó Joe Biden, fueron evacuados cuando los manifestantes ingresaron al edificio del Capitolio.
El congresista republicano Adam Kinzinger calificó los eventos como una "locura".
Kinzinger dijo que "cualquiera que se llame republicano como yo debería estar muy avergonzado en este momento".
"No sé si esto ha sucedido alguna vez en la historia", dijo a NBC News en una entrevista. "Esto es repugnante, no es así como funciona la democracia y la política".
El congresista demócrata Mike Quigley, que estaba en el piso de la Cámara y fue evacuado, informó que él y su personal estaban "a salvo y siguiendo las instrucciones de la Policía del Capitolio".
"Este claro acto de terrorismo interno puede haber tenido éxito en retrasar la certificación del presidente electo Biden, pero no debe haber duda de que efectivamente será presidente el 20 de enero", dijo Quigley.
La senadora Tammy Duckworth dijo que "no cederá ante aquellos que buscan dañar nuestra democracia".
"He pasado toda mi vida adulta defendiendo nuestra Constitución y los derechos de las personas para manifestarme pacíficamente. Nunca pensé que necesitaría defender la democracia de un intento de derrocamiento violento en el Capitolio de nuestra propia nación", tuiteó el miércoles.
Duckworth dijo que se dirigía al Senado cuando la policía del Capitolio la hizo regresar.
Duckworth, Quigley y Kinzinger culparon al presidente Donald Trump, quien instó a sus partidarios a ir a Washington para protestar por la aprobación formal del Congreso de la victoria de Biden. Varios legisladores republicanos también respaldaron los comentarios de Trump, a pesar de que no hay evidencia de fraude o irregularidades en las elecciones.
Trump, quien durante meses les ha dicho a sus partidarios que cualquier resultado de las elecciones presidenciales que no sea que él ganó sería fraudulento, alentó a los partidarios que ocupaban el Capitolio a "permanecer en paz", pero no pidió que se dispersaran inmediatamente.
Más tarde, tuiteó un video instando a sus seguidores a "irse a casa", pero continuó repitiendo afirmaciones falsas sobre las elecciones.
"Mientras Donald Trump continúa mintiendo sobre los ataques a nuestra democracia y aviva las llamas de las teorías conspirativas desacreditadas, sus partidarios que portan banderas confederadas están literalmente irrumpiendo en el Capitolio para evitar que los representantes electos emitan sus votos", tuiteó Duckworth.
"No se equivoquen: el presidente Trump y sus facilitadores son personalmente responsables de incitar esta violencia y debe condenarla de manera inmediata e inequívoca e instar a sus seguidores a que se retiren", dijo Quigley en su declaración.
La Guardia Nacional y otras agencias federales están siendo desplegadas en el Capitolio de Estados Unidos, dijo la Casa Blanca. Una persona recibió un disparo dentro del Capitolio por un miembro de las fuerzas del orden, según dos agencias policiales.
Los miembros del Congreso recibieron máscaras antigás y el vicepresidente Mike Pence fue trasladado a un lugar seguro mientras el caos se apoderaba de la capital de la nación durante lo que suele ser una parte rutinaria de una transferencia pacífica de poder.
El líder de la República de la Cámara de Representantes de Illinois, Jim Durkin, dijo que "las acciones no representan a nuestro partido republicano”.
“Los eventos que se desarrollan hoy en el Capitolio y los comentarios incendiarios de miembros del Partido Republicano son una vergüenza para los valores y creencias fundamentales de nuestra gran nación”, dijo en un comunicado.
“Estas acciones no representan a nuestro Partido Republicano, y estamos en contra de todo lo que defendemos como estadounidenses. Estoy profundamente entristecido por lo que he presenciado hoy. Cualquier funcionario público que apruebe estas acciones no tiene cabida en el Partido Republicano ni en nuestra democracia”.
