Los momentos presidenciales más embarazosos

No son pocos los episodios que todos recuerdan en los que algún presidente ha pasado una vergüenza pública, ya sea su responsabilidad o por razones lejos de su control.

Aquí te recordamos algunos de esos momentos:

Entre los momentos embarazosos más recientes, se encuentra la alzada de mano que le dio el presidente de Cuba, Raúl Castro, a su homólogo Barack Obama durante su primera visita oficial a la isla. No se sabe si fue la disparidad de altura o qué, pero lució muy, muy extraño.

Si un incidente es recordado, es el del masaje no solicitado que el expresidente George W. Bush le dio a la canciller alemana, Angela Merkel, y que provocó en ella cierto estupor que fue captado por las cámaras.

En el 2009, el primer ministro japonés Shoichi Nakagawase quedó dormido durante una Cumbre del G7 no sin antes soltar algunas palabras incoherentes. Reportes dijeron que estaba borracho, lo cual desmintió aseverando que se debió a un jarabe para la tos. De igual forma, eso le costó el cargo pues renunció al volver a su país.

Otra escena del expresidente George W. Bush fue la que enfrentó en Irak, cuando un reportero molesto le lanzó un zapato. El revuelo que causó y la movilización del Servicio Secreto quedarán para la memoria.

También el expresidente Gerald Ford tuvo su momento impropio al caer por las escaleras del Air Force One en 1975, durante una visita a Austria. Las parodias en Saturday Night Live de entonces, hechas por Chevy Chase, estuvieron a la orden del día.

El expresidente ruso Boris Yeltsin acaparó miradas por sus bailecitos, que sorprendieron a más de uno pero que entretuvieron a todos, incluyendo a otros jefes de estado en eventos de alto nivel.

Sueño es sueño y te obliga a cabecear … y eso le sucedió al expresidente Bill Clinton durante el discurso del Día de Martin Luther King, en 2008, cuando no pudo evitar quedarse dormido … frente a todos.

Al exprimer ministro británico Gordon Brown nadie le recordó poner el teléfono en silencio y este le interrumpió en pleno Foro de Davos, donde se discutían los más importantes asuntos económicos del mundo.

Y a otros, a veces la comida les cae mal … como a George H. Bush en 1992 durante una visita a Tokio, en la que enfermó durante la cena oficial y vomitó al primer ministro japonés, antes de caer inconsciente.

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