Tensiones en evaluación docente en Acapulco

La policía intervino, pero solo para que unos y otros se empujaran.

El jueves se llevó a cabo en Acapulco (Guerrero) la evaluación docente, a la que acudieron miles de maestros custodiados por unos 6,000 policías, para evitar que fueran agredidos, pero las cosas no salieron como las autoridades habían planificado.

Los que querían presentar la prueba gritaban que sí se podía, pero los opositores, sin escucharlos, apagaban las computadoras.

La policía intervino, pero solo para que unos y otros se empujaran.

Minutos antes, los autobuses llegaron custodiados por patrullas y policías federales. De ellos, descendieron los maestros, nerviosos.

Volteaban hacia todos lados con temor de que sus oponentes los ubicaran.

Los manifestantes caminaron hasta la sede del examen, pero fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.

Al llegar al lugar donde se estaba aplicando la prueba, los inconformes formaron una valla humana y se quedaron quietos. Y es que las autoridades no sospechaban que un grupo de ellos se había filtrado al auditorio con un plan.

Dentro, cerca de 170 disidentes sembraron el desorden. Desconectaron las máquinas e invitaron a sus colegas a salir del inmueble.

Entonces, el caos reinó. La mayoría de los asistentes optó por marcharse y solo unos cuantos decidieron quedarse y continuar su examen entre gritos y jalones. 

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