Bolsonaro, el “Trump brasileño”, gana las elecciones y se muestra conciliador tras la victoria

El deseo de un cambio radical luego de años de turbulencia política ayudó a su popularidad.

El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó el domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, que gobernará hasta 2022 y, pese al verbo provocador que marcó su campaña, se mostró conciliador tras la victoria y prometió apego a la Constitución.

"Mi Gobierno será defensor de la Constitución, de la democracia y de la libertad. No es la promesa de un partido, es un juramento a Dios", afirmó Bolsonaro tras confirmarse su victoria con el 55% de los votos, frente al 44% que obtuvo el progresista Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

"Lo que ocurrió en las urnas no fue la victoria de un partido, sino la celebración de un país por la libertad", subrayó Bolsonaro, tras una oración rezada por el senador y pastor evangelista Magno Malta, uno de sus más estrechos colaboradores, quien agradeció a Dios por "librar" a Brasil de los "tentáculos de la izquierda".

En el mismo tono, Bolsonaro citó un pasaje bíblico que fue de los lemas de su campaña. "Juan 8:32: 'Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres'", declaró, para luego agregar que su Gobierno, que asumirá el 1 de enero de 2019, "será para crear un nuevo futuro para los brasileños".

Prometió "estimular las inversiones", "eliminar lo mas rápido posible el déficit público" y reducir el tamaño del Estado, a fin de dar libertades plenas a la iniciativa privada, la cual cree que debe ser el verdadero motor de la economía.

Garantizó que su política exterior acabará con las "tendencias ideológicas", acercará a Brasil a los países más desarrollados y recuperará el "respeto internacional".

Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que defiende la dictadura que imperó entre 1964 y 1985 y es conocido por opiniones de talante racista, machista y homofóbico, estuvo al frente de todas las encuestas de opinión desde hace meses.

Haddad, quien hace poco más de un mes sustituyó como candidato del PT a Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción, se comprometió a defender los derechos de los más de 46 millones de personas que le votaron, que "divergen de la mayoría y merecen respeto".

Aseguró que mantendrá una oposición seria y responsable, y volvió a afirmar que Bolsonaro puede ser un riesgo para la democracia, que fue una de sus principales afirmaciones durante la campaña.

En ese marco, ante unos pocos cientos de seguidores, encabezó un minuto de silencio "por el luto y la lucha por la retomada de la democracia", que fue roto por un coro que prometió "resistencia".

Poco antes del anuncio de resultados, el presidente Michel Temer dijo que su gobierno estaba listo para entregar el poder a quien resultara elegido durante la jornada. El mandatario votó en Sao Paulo y aseguró que la transición empezaría uno o dos días después y que esperaba que ocurriera con calma y tranquilidad.

Muchos brasileños llegaron a los centros de votación desde que abrieron, divididos entre la expectativa de un cambio político para el país después de cuatro elecciones ganadas por el PT y el miedo por lo que podría ser un gobierno autoritario en caso de que triunfe Bolsonaro.

Sin embargo, a los seguidores de Haddad y de Bolsonaro los une la misma preocupación: ¿Cómo van a superar el clima de confrontación y de polarización después de los comicios?

“Hubo varias peleas en mi familia. Mis dos tíos ya no se hablan porque uno votará por Bolsonaro y otro a favor de Haddad. Yo tengo varios amigos que me dejaron de hablar porque apoyo a Bolsonaro, es una locura”, dijo Alex Santiago Da Silva, de 30 años.

Da Silva, quien es un administrador y que votó por Bolsonaro, está confiado en que festejará esta noche. Espera que “el país vuelva a unirse con un gobierno que traiga beneficios para todos”, pero cree que el proceso tomará varios años.

El deseo de un cambio radical entre muchos brasileños luego de años de turbulencia política ha atizado el aumento de popularidad de Bolsonaro, que según sus simpatizantes combatirá la corrupción si resulta elegido, pero sus oponentes advierten que es una amenaza para una de las democracias más grandes del mundo.

El pasado 6 de septiembre, en medio de la campaña para la primera vuelta, Bolsonaro fue apuñalado en medio de un mitin y permaneció hospitalizado durante 23 días.

Las heridas obligaron a los médicos a someterle a dos operaciones y lo mantuvieron hospitalizado durante 23 días, lo que interrumpió su campaña en las calles, que desde entonces se limitó a las redes sociales.

También debido a su situación de salud, desistió de participar en los cuatro debates que lo habrían enfrentado a Haddad en televisión durante la campaña para la segunda vuelta.

Haddad criticó esa postura, sobre todo después de que los médicos liberaron a Bolsonaro para estar presente en los debates.

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